El invierno del 2005 fue uno muy peculiar, pero el caso más extraño era el de una leyenda urbana, la cual se extendió en menos de una semana.
Ya todo el mundo la conocía y aquellos atrevidos que se animaron a desmentirla, terminaban de la misma fo...
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Fue un error mío el pensar que la tortura terminaría aquí.
Al menos, para mí.
Hyunjin permitió que Lovelle, Minho y algunos de los... ¿creyentes? ¿Debería llamarles creyentes?
O sacrificios sería un nombre más apropiado para lo que ese demonio de mierda los considera.
Una de las mujeres más jóvenes, fue quien retuvo de salir.
La mujer se estaba esforzando en permanecer en calma, mas para mí era obvio que quería llorar. Me imagino que se estaba arrepintiendo de haberse unido a este culto en primer lugar.
一Ángel 一sentí la respiración de Hyunjin en mi nuca, produce que los vellos de mis brazos se ericen por el escalofrío y ese apodo raro que ha decidido ponerme一. Estoy suponiendo que ahora sí serás una chica obediente, ¿no? ¿Harás todo lo que te pida?
Quise escapar de ahí, ir corriendo tras esos sacrificios e implorarles que me permitan ir con ellos一seguro no serían capaz de desobedecerme.
Sentí una de sus manos enlazarse a la mía desde atrás, sentí su pecho contra mi espalda. Está perdiendo la paciencia.
一Sí 一respondí a la fuerza, recordando que para Hyunjin no hay límites en crueldad y depravación. Estoy segura de que, si pudiera lanzarme a un tanque lleno de víboras, lo haría.
一¡Bien! 一burlador y despreciativo como siempre, empuja el látigo con clavos en mi mano libre一Dile que se desnude toda, ni un solo artículo de ropa en su cuerpo.
Me abstuve de cuestionarle, me siento a mí misma temblar por lo que está por pasar. La pobre mujer me mira con unos ojos que ruegan, lágrimas silenciosas saliendo de ellos.
一Quítate la ropa 一ordené, la incertidumbre se presentó en mi voz y cuerpo al temblar.
Ella obedeció, despojándose frente a unos pares de ojos que desean herir.
Ejercí el primer latigazo en su espalda, no lo hice con demasiada fuerza. Fue con suficiente impacto para abrirle la piel y que el carmesí se haga presente en un pestañeo, pero no veo que algún clavo se haya quedado adherido a su carne como había pasado hace previas horas.
一Así no, ángel 一Hyunjin se vuelve a posicionar a mis espaldas, la postura que en una situación cotidiana podría ser considerada íntima, pero esto一. No me hagas tener que volver a castigarte. Fui muy considerado en tu castigo anterior. ¿El siguiente? Quién sabe...
Cerré los ojos y aparté la cara, a sabiendas de que era fútil mi intento de no ver lo que estaba por pasar.
一Ah, Brianna一¿Era así que te llamas?
一M-Me llamo Savannah一
一"M-Me llamo Savannah" 一imita con un tono socarrón e irónico一. Deshecho es como te voy a llamar. Quiero que muestres el pecho, te voy a sanar de tus pecados ahí.
