Prólogo

79 10 0
                                    

[Nota de autor: el comentario anterior se ha actualizado debido al nivel alarmante de cringe, hahaha, okno.]

-----

×ღ×
Pero un pájaro enjaulado permanece
inmóvil sobre la tumba de los sueños
grita su sombra en el clamor de una pesadilla.

"Pájaro Enjaulado"
Maya Angelou
×ღ×

Las personas iban y venían en el Mercato Vecchi (Mercado Viejo), paseándose y comprando lo necesario para la cena, en el caso de algunas mujeres dedicadas al hogar, o pudiendo ir al burdel que se encontraba bajando a la mitad de la calle, en el caso de algunos hombres.

Todo lo necesario se encontraba ahí, incluso esclavos. Parecía algo vulgar de decir considerando que vivían en el siglo XV, donde esa clase de practicas parecían inimaginable pero ahí estaban y las personas no parecían tan indignadas por ello.

De hecho, una mujer de noble cuna compró una joven de aspecto del medio oriente. Lo que se puede esperar de aquella esclava es que se convierta en una ama de casa y no en una cortesana en contra de su voluntad, como algunas otras posiblemente terminarían.

Al menos las mujeres eran las que tenían preferencia y por lo tanto compraban más, a diferencia de los hombres, que algunas veces los compraban solo para mano de obra y después los mataban o dejaban a su suerte en las calles. Ese probablemente sería el destino de Leonardo, un pequeño niño bastardo, que no tuvo la oportunidad de crecer en familia. Aunque no se podía considerar miserable del todo debido a que vivió un tiempo con su padre antes de que él decidiera venderlo, muy a pesar de ver su capacidad artística e intelectual.

La mujer noble con la que se caso su padre le insistía en que no lo hiciera, ya que había llegado a crear un lazo especial con Leonardo, aunque él no fuese hijo suyo. Y aunque lo intento varía veces, al final no logro convencerlo, su nuevo marido puso de antemano que su reputación, y la suya, pedían de un hilo al tener a su hijo bastardo ahí con ellos pues no lo podían esconder para siempre dentro de la casona.

Y así se planeo el dejar a Leonardo en manos de un hombre que se dedicaba a la venta de personas. Al principio, Leonardo creyó que finalmente le permitirían jugar con otros niños e incluso poder ir a una escuela como los demás, pero al salir de su hogar y ser arrebatado de los brazos de su madrastra con tanta fuerza se dio cuenta de que todos esos sueños y esperanzas fueron solo una falsa ilusión.

Lo último que logro ver fueron los ojos llenos de lágrimas de la mujer que considero como su madre, él solo le sonrió tratando de calmar la conciencia de la mujer, pues sabia que ella no quería nada de esto para él.

Y así fue como Leonardo termino dentro de este mundo, pasando su tiempo en el mercado, parado en silencio dejando que extraños lo tocarán. Algunos días cuando nadie le prestaba atención, Leonardo veía a niños mas afortunados que él jugar o ir tomados de la mano de su madre, eso le hacía recordar a su madrastra y le hacía preguntarse como se encontraría ahora, y sin poder evitarlo, algunas lagrimas resbalaron por sus mejillas, sintiendo en su corazón un gran dolor por la incertidumbre. Pero en esos momentos de confusión, había algunos esclavos que lo ayudaban a sentirse mejor en esos momentos, y aunque les agradecía desde el fondo de su corazon, sabía que solo lo hacían porque si él lloraba o gimoteaba, el mercader que los retenía les castigaría durantemente.

Y asi pasaban los días con muy buenas ventas y otros no tanto, pero la triste verdad era que siempre, o en la mayoría de las veces, que había una venta era una mujer la que se iba. En muchas ocasiones querían comprar a Leonardo con el pensamiento de que era una niña pero cuando les decían que era un niño rápidamente declinaban la venta.

Uccello in gabbiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora