One Shots |Personajes de Chris Evans & Tú

32: Vegas

|JOHNNY STORM|

No podías y no querías abrir tus ojos. Tus párpados pesaban demasiado. Ni siquiera estabas completamente despierta y ya sentías un terrible dolor de cabeza que seguramente te iba a molestar durante todo el día debido a la resaca.

Gruñiste cuando el sol que se colaba por la ventana te dio en la cara. Giraste sobre la cama e intentaste jalar las cobijas para cubrir hasta tu cabeza pero no pudiste. Había algo que te lo impedía. Volviste a jalar las sábanas pero una vez más te fue imposible conseguir cubrirte. Jalaste las sábanas desesperada como si haciendo eso, automáticamente lo que sea con lo que estuvieran atoradas cedería.

Cuando por fin te diste cuenta de que simplemente no ibas a lograr nada con jalar a lo tonto, te diste la vuelta sobre la cama para inspeccionar qué era lo que estaba impidiendo que movieras la cobija.

Tanteaste el otro lado de la cama con tu mano esperando sentir una superficie suave y plana pero no fue así. Se sentía duro y completamente irregular. Arrugaste tu entrecejo ya que no lograbas discernir qué era lo que estabas tocando. Deslizaste tu mano más abajo; se sentía como si tuviera la forma de un pepino pero un poco más suave...

Abriste los ojos como platos una vez que tu cerebro logró procesar qué era lo que estaba tocando.

Soltaste un grito ya que la razón por la que no lograbas jalar tu cobija era porque Johnny Storm estaba acostado, durmiendo como un tronco sobre de ella mientras solamente usaba un par de muy ajustados boxers.

Bajaste la mirada para checar tu cuerpo; solamente tenías una camisa de botones blanca grande que asumías era de Johnny.

Te pusiste de pie alarmada buscando tu ropa interior entre todo el desorden de la habitación. No solamente habían sábanas y ropa por todos lados, también había botellas vacías, platos con restos de comida y serpentina.

No podías creer que te habías acostado con Johnny Storm. No. No. No. No.

Preferías a cualquier hombre del mundo menos él.

El estúpido, egocéntrico, irresponsable e idiota hermano menor de tu jefa, Sue.

Sabías que Johnny te haría la vida imposible de saber que por fin, después de casi dos años de insistir, había logrado tener sexo contigo. Siempre estaba detrás de tí tratando de convencerte de hacerlo, te juraba que iba a ser lo mejor de tu vida pero tú nunca aceptaste.

Tal vez si te ibas antes de que él se levantara, Johnny no se acordaría de lo que pasó.

Tampoco podías creer que Johnny pudiera seguir durmiendo después de el grito que habías soltado y el ruido que estabas haciendo moviendo todos los muebles para encontrar tu ropa interior.

"¿Puedes cerrar las cortinas, preciosa?"

Cerraste tus ojos maldiciendo por haber hecho que Johnny despertara. Ya que estabas dándole la espalda, no te costó nada asentir y hacer lo que te pidió.