Matrimonio#1: El lugar donde no pertenezco

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- ¡AAAHHHH! – Grito en desesperación sin importarle en llamar la atención con sus gritos.

No es que hubiera alguien que se acercara a él.

Con furia siguió arrojando todo lo que estuviese a la mano, la humilde habitación que le había asignado su esposo se encontraba lleno de cosas rotas y de varios kimonos rasgados por el suelo. Rechisto de dientes y sin querer su mano alcanzo una taza sobre la mesa para luego lanzarla a la pared.

- ¡Maldita sea! – Al reconocer que era su taza favorita.

Entre jadeos intento recuperar la compostura, si su padre lo viese, estaba seguro que lo golpearía hasta dejarlo inconsciente.

Después de todo él era un error.

¿Cuántos años de su vida gasto para ser la esposa perfecta de su prometido?

Dieciséis años.

Y ahora con diecinueve años se sentía cansado.

Paso años estudiando desde japonés antiguo a política, olvidándose de tener una vida más allá de ser entrenado para ser la perfecta esposa omega de Minamoto Teru, incluso renuncio a su sueño de ser maestro.

Todo para que él alfa se enamorara de su hermano menor y él se convirtiera en su segunda esposa, ni siquiera portaba el prestigioso apellido Minamoto, era razonable que la esposa no oficial siguiese portando su apellido de soltera.

No culpaba a su hermanito de enamorarse.

Pero le hubiese gustado que no fuese su prometido.

Así se arruino tantos años de esfuerzos en ser él mejor omega para el Minamoto.

Al principio pensó que podía aguantarlo, de manejar el papel administrativo correspondiente de la esposa mientras que Tsukasa estudiaba para poder ser capaz de hacerlo por su cuenta en el futuro.

Día tras día se despertaba para trabajar.

Día tras día se paraba para enfrente de todos para ser la burla de las criadas.

De ser comparado por la personalidad mariposa social de su hermano con su actitud pasiva y fría.

Un bastardo cruel y frio.

La segunda esposa del señor que solo sirve para molestar.

Él era Yugi Amane, la esposa abandonada y repudiada por su marido.

La hermosa mansión japonés en donde ahora vivía, nunca pudo verse más sombría.

Deseaba que su padre no le hubiese arrastrado en este matrimonio, pero no podía hacer nada ya en estos momentos.

- S-solo me queda eso – Hablo para sí mismo con la voz quebrada.

Hace unos días fue al médico para encontrar la razón del porque no quedaba embarazado en sus noches asignadas, no es que el Minamoto cumpliese en venir en algunas de esas noches.

Él alfa prefería pasar sus noches en compañía de su amado que con el omega que se vio obligado a casarse por insistencia de su familia. Incluso Teru lo había amenazado en tener que tomar las pastillas anticonceptivas para evitar un embarazo no deseado.

Pero no podía soportar más las acusaciones de su suegra de no darle un nieto mientras que su hermanito ya había dado luz en dos ocasiones. Él pensó que, si quedaba embarazado, al menos podía soportarlo.

Así que debilitadamente dejo de tomar las pastillas esperando en engendrar un niño. Los meses pasaron y no había señal de uno.

Se puso nervioso y ansioso al pasar de los días, los médicos de la casa siempre decían que no había nada malo en él y que podía quedar embarazado sin complicaciones.

¿Entonces en donde está el cachorro?

Llego un punto que tuvo que salir a escondidas de la mansión para ir con otro médico para que verificara la razón por la que no quedaba embarazado.

Su diagnóstico, era infértil.

Esa fue la gota que derramo el vaso.

Pago al médico por su trabajo y fue a visitar a otros médicos en busca de otro resultado, pero fue en vano, todos concordaban con el primer diagnóstico.

Ahora ya no le quedaba nada.

La posición que tanto se esforzó se lo habían quitado, sus únicos deseos de ser maestro y tener una familia se habían esfumado tan pronto se vino a vivir con su esposo.

Estaba cansado.

Cansado de esforzarse cada día de su vida siendo lo que ellos querían que fuera.

Por eso se dejó llevar por sus emociones y rompió todas sus cosas en un intento de desahogarse, sin embargo, termino rompiendo la taza que le habían obsequiado su hermano en su decimotercer cumpleaños.

¿Siquiera su hermano sabía lo que él sufría por su amor?

Bueno eso se acabó.

Sin prisas se dirigió a su kakebuton en busca del regalo que le dio su suegra hace unas horas, debajo del kakebuton se encontró con una daga simple envuelto en una tela.

- Si solo vas a traer deshonra a nuestra familia, lo mejor sería que lo arreglases –

Fue lo que le dijo al tenderle la daga, si estuviese en sus cabales, estaría asustado por las implicaciones de esa daga.

Ahora, sufriendo años de intimidación y con depresión severa, nunca pensó en una mejor opción que el suicidio.

- Soy un idiota – Se reclamó ya resignado a todo.

El harakiri era la única forma de seguir adelante.

De borrar su patética existencia de este mundo.

Sin dudarlo un segundo, se clavó la daga en su vientre lo más profundo que pudo y no paro hasta crearse una línea horizontal. Su colorido kimono azul celeste se combinaba con el rojo carmesí de su sangre.

Nunca se sintió tan aliviado en sentir su cuerpo fatigado, del calor que le brindaba su sangre en un tipo de abrazo bizarro.

En unos momentos más y ya no estaría sufriendo.

- ¡Kyaaaaa! –

Ah.... Lo descubrieron demasiado rápido.

Eso no estaba en sus planes, se justificaba en decir que nadie solía visitarlo en la mansión unifamiliar en donde vivía.

A excepción de...

- ¡Onii-chan! –

De su hermanito, Tsukasa.

Con dificultad abrió los ojos para observar determinadamente el rostro de su hermano.

Unos ojos iguales a los suyos lo miraban con desesperación, se preguntó si esa misma expresión habrá tenido cuando se enteró que nunca tendría los hijos que tanto anhelo.

Después de todo son gemelos.

No sabía lo que intentaba decir Tsukasa, tal vez sobre pedir ayuda.

No es que le importara.

Le han quitado muchas cosas, pero no le quitaran esto.

Fue así que cerró los ojos para no volver a abrirlos.

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Curiosidad que agobia#1

Esta historia está inspirada en el manwha de "La emperatriz abandonada" pero en respecto a la infancia o primera línea de tiempo de la protagonista. El entorno se lleva a cabo en la novela de "Mi feliz matrimonio".

Hasta El Segundo Matrimonio Fue FelizDonde viven las historias. Descúbrelo ahora