Hasta El Segundo Matrimonio Fue Feliz

Matrimonio#17: La forma de tu mirar

El silencio siguió entre los dos en todo el viaje hasta al hotel.

Amane se sentía inseguro sobre qué hacer con la confesión de su marido, nunca había pensado ver al alfa con una mirada tan dolida y desesperada mientras se refería a sí mismo como una basura.

Él quería decirle que nunca pensó de esa manera de él, pero cuando intentaba abrir la boca para contradecirlo, simplemente las palabras no salían.

Y aquello solo lo deprimió aún más.

- Parece que ya llegamos al hotel –

Hablo Teru con una voz tranquila y suave, casi en un tono de preocupación que pudo pasar de desapercibido de no ser porque él estuvo prestando atención desde que empezó a hablar.

Amane se sentó correctamente en su asiento y miro hacia los oscuros ojos de su marido.

Parecía tan cansado y no sabía que hacer para animarlo.

Cuando la mirada del rubio se encontró con la suya, el omega no pudo evitar dar un salto de sorpresa por ser descubierto, de inmediato desvió la mirada hacia la ventana mientras encondía su rostro con la palma de la mano derecha.

Su mirada azul cristalino parecía normal, como si nunca hubiera puesto una expresión tan sombría.

La limusina pronto llegó a la entrada del hotel en unos minutos de viaje.

A pesar de que eran cerca de las ocho de la noche para cuando llegaron, muchos vehículos pasaban por la puerta principal.

Deben ser invitados.

El evento benéfico se llevaría a cabo con la venta de pequeñas obras de arte y al final de la venta, el dinero sería entregado a fundaciones sin fines lucrativos que tenían como objetivo ayudar a los niños.

Incluso el lugar, la comida y el entretenimiento serian patrocinados por los Yashiro, por lo que no había de que preocuparse que el dinero recaudado fuera usado para pagar los gastos de la fiesta.

No tuvo muchos encuentros con la familia, pero recuerda lo amables que eran con él en las fiestas, antes de que su compromiso con Teru rompiera y no volviera a mostrar su rostro al público.

¿Qué actitud tendría ahora?

Lo ignorarían o lo tratarían como antes.

La distancia desde la entrada del hotel hasta el salón de baile se iba acercando con el paso de los segundos.

Cuando fue su turno de bajar de la limusina para ir a la recepción, Teru lo detuvo un momento con un gesto de la mano al mismo tiempo que se acercaba a él.

- ¿P-paso algo? – Pregunto Amane confundido por su repentina cercanía.

- No pasa nada, solo me aseguro de que la diadema este bien puesta –

Es lo que respondió el mayor mientras acomoda un mechón de su cabello detrás de su oreja, cosa que se demostró ser innecesaria cuando el mismo mechón volvió a caer a un costado de su rostro.

Lo intento otra vez, pero el mechón no cedía en quedarse en su lugar.

La mirada del alfa parecía traicionada cuando volvió a intentarlo por última vez y el resultado fue el mismo.

- Tal vez deberíamos ya bajar – Dijo Teru con una expresión de derrota.

Amane solo asintió con un leve sonrojo en sus mejillas.

Ver de cerca a su marido intentar en acomodar una hebra de su cabello y fallar en todas las oportunidades, fue... gracioso, él tuvo que apretar los labios para evitar que se le escapara alguna carcajada.