Matrimonio#12: Ahora solo falta el culpable

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- Flash back –

Luego de ese extraño incidente de los cascabeles, Teru fue directo a la dirección del hospital sin detenerse en pensar lo que acaba de pasar.

Su mente lo catalogo como algo poco importante.

Después de todo solo pudo ser un gato escurridizo que se encontraba en el techo de su coche y al notar movimientos dentro del vehículo, el animal optó por bajarse con prisa por el parabrisas.

Eso sonaba lógico.

Lo que no lo era, fue el insistente sonido de cascabeles que como tan misteriosamente apareció de la nada, este desapareció sin que él pudiese averiguar el lugar donde provenía el sonido.

Pero eso ya no era importante.

Pronto llegaría al hospital en donde probablemente volvería a escuchar lo mismo que los anteriores hospitales.

El viaje fue tranquilo y no paso nada fuera de lo común.

Llegó aproximadamente como a las diez de la noche y para su suerte, la clínica seguía abierto y con pocos pacientes en los alrededores. Lo que le daba la oportunidad de interrogar el personal médico sin interrumpir la cita de algún paciente.

En esta ocasión, el médico tenía algo diferente que decir a diferencia de los anteriores siete médicos que había visitado su segunda esposa en el día de su muerte

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En esta ocasión, el médico tenía algo diferente que decir a diferencia de los anteriores siete médicos que había visitado su segunda esposa en el día de su muerte.

En sus manos se encontraban los análisis de sangre perteneciente a Yugi Amane y si bien en la superficie parecía estar en orden, fue la observación del médico que hizo recalcar un hallazgo importante.

Un hallazgo que le congeló la sangre, más que la confesión de su madre de haber incitado al suicidio a su segunda esposa sin ningún tipo de remordimiento.

- El joven vino como a los siete de la noche y pidió una cita en el área de ginecología, pero nos preocupaba que estuviese enfermo debido que llegó con sudores fríos y su tez estaba muy pálida – Explicó el médico que ya rodaba alrededor de los ochenta años.

Era el médico encargado de ginecología y llevaba años de experiencia en su trabajo. Y como médico ha tratado con casos inusuales, sin embargo, el caso de ese omega era algo que resaltaba sin que él supiese que era lo que pasaba.

– Logramos convencerlo de hacerse la prueba de sangre en lo que preparamos la sala de ultrasonido – Siguió explicando el médico beta al policía, mientras visualizaba esa noche como si estuviese reproduciéndose enfrente de él. - Entre el personal discutíamos si debíamos intentar que se quedará la noche en observación, pero antes de siquiera llamarlo para que pasara, el joven omega ya se había ido de las instalaciones –

- ¿Y eso pasó cerca de qué hora? –

- Cerca de las siete con cuarenta minutos –

El alfa asintió con la cabeza, a pesar que en esos momentos él quería arrancarse las hebras de su cabello por la frustración.

Hasta El Segundo Matrimonio Fue FelizDonde viven las historias. Descúbrelo ahora