Luego de su noveno cumpleaños, Amane empieza a tener sueños confusas al respecto a su compromiso con el Clan Minamoto, ya que su prometido rompería su compromiso para casarse con su hermano menor .
Al pasar el tiempo y que el compromiso se rompiera...
El alfa solo tomo los papeles de matrimonio tan pronto como llego al registro civil y los firmo sin revisarlo.
E incluso tuvo el descaro de arrojarle los papeles e irse, dejando a unos cuantos miembros del clan Minamoto en la sala.
No lloro por su desinterés por su falsa boda.
Pero estaría mintiendo si dijera que no lo lastimo.
Eso debía de haber pasado, sin embargo, no solo llego temprano, sino que ahora se estaba tomando el tiempo de leer los documentos determinadamente.
Se encontraba confundido por el cambio de actitud del Minamoto.
Ni cuando eran niños él le había regalado una sonrisa cálida hacia su persona, esas sonrisas solo estaban reservadas para su familia o su hermano.
En el pasado no le dio importancia a ese detalle, desde el principio ambos solo estaban comprometidos por razones políticas por decisión de sus padres para ampliar las riquezas de ambas familias.
Él nunca espero amor de su parte, solo talvez algo de respeto hacia su persona.
Pero Teru no compartía su misma opinión.
Ya que rompió su compromiso y se casó con su hermano menor por amor.
A pesar de sentirse triste por la ruptura, nunca hizo alguna fechoría por celos, él estaba consciente que había perdido esa batalla.
Él no tenía las mismas virtudes que Tsukasa, eran gemelos pero cada uno era su propia persona.
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Los dos se sentaron enfrente de uno en todo el viaje a la residencia Minamoto.
Tampoco él hizo el esfuerzo de comenzar alguna conversación.
Pero como ya debió darse cuenta, a Teru no compartía sus mismos pensamientos.
- Tu hermano está ansioso de volver a verte – Intentar entablar una conversación el rubio.
- Me asegurare de mostrarle mis respetos a la honorable esposa, Minamoto-sama – Fue su única respuesta.
De nuevo el silencio se llenó entre los dos.
- ¿Has pensado en cómo quieres decorar tu habitación? –
- Estoy bien con lo que usted considere apropiado para mí -
Uno muy incómodo.
Ninguno volvió a hablar hasta que llegaron a la mansión.
Levanto la mirada de su regazo a la ventana para poder apreciar un poco su nuevo hogar.
Una piedra se forma en su estómago al comparar la estructura con sus sueños. Estaba confundido, él se preguntaba que tanto confiar en esos sueños ahora que el primero demostró ser incorrecto.
