Capítulo 2

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—¿Sabías que es de mala educación interrumpir conversaciones ajenas? —pregunto él, con intriga dentro de su mirada.

Al escucharlo, Jasmine esbozo una sonrisa, había obtenido su atención, que era todo lo que ella buscaba. Lentamente, voltio su cabeza y su cuerpo hacia el castaño.

—Tenía que hacerlo —respondió ella, con una actitud coqueta —. Estabas siendo muy fuerte con él. 

Él arqueo su ceja izquierda.

—La gente que trabaja para mi tiene que ser eficiente —aseguro Andrew, cruzándose de brazos.

—Estoy segura que estaba haciendo lo mejor que podía —replico Jasmine —. No se si te haz dado cuenta, pero esto esta a reventar. 

Bajo un instinto, Andrew alzó su cabeza, mirando a su alrededor y, sí, justo como decía la pelinegra, el lugar estaba repleto de personas. Estaba tan lleno que ni un alma podría meterse al Baby 'O. Él no se había percatado de este detalle, debido a que había entrado directamente hasta la parte VIP, lejos de las personas comunes dentro de la ciudad de la ilegalidad. 

—Si hay alguien con quien deberías de pelear es con el dueño de este lugar —declaro ella, jugueteando con su cóctel —. Hay personas que quieren entrar hasta por la ventana.

Él devolvió su vista a la pelinegra, quien sonaba algo indignada por esto y se incorporo en su asiento, acercándose al asiento donde se encontraba ella. 

—Estas de suerte, soy uno de los inversionistas de este lugar.

Instantemente, Jasmine abrió sus ojos, al igual que su boca, soltando incluso un pequeño suspiro de asombro. Todo para fingir que estaba realmente sorprendida por la declaración del castaño, como si no hubiera investigado todo detalle sobre él antes de llegar al Baby 'O. 

—¡No te creo! —exclamó ella.

Él esbozo una sonrisa arrogante. La tengo a mis pies, pensó él. 

—Andrew Clark. 

Que engreído, pensó ella.

—Jasmine Bass. 

Al pronunciar su nombre, la pelinegra le tendió su mano derecha, creyendo que él la estrecharía como un saludo normal. Pero, Andrew tenía en mente algo totalmente distinto. Con la misma delicadeza con la que se sostiene un cristal, él tomo la mano de Jasmine y la atrajo hacia su rostro y planto un beso en esta. 

—Un placer conocerte —aseguro él, todavía con su mano cerca a su boca —, Jasmine. 

Jasmine tomo una bocanada de aire, al escuchar como él pronunciaba su nombre, genuinamente sorprendida por Andrew. Ella había vivido allí, había coqueteado con muchos hombres de Mary Dew y ninguno de estos intentaban ser encantadores al querer conquistar a alguien, mucho menos cuando tienen tanto poder como el que posee el castaño. 

Era como una brisa de aire para Jasmine.

—Igualmente, Andrew —respondió ella, quitando su mano del agarre de Andrew. 

Seguro de cada movimiento que hacía, Andrew se acerco aún más a la pelinegra, casi con sus piernas tocándose. 

—No te había visto antes —habló Andrew, frunciendo levemente su ceño —. ¿Acabas de llegar?

—Sí, llegue anoche —contesto ella, tomando un sorbo de su Cosmopolitan —. ¿Soy tan evidente? 

—No, no lo eres—aseguro Andrew, gesticulando con sus manos —. En realidad vas muy bien con Mary Dew. El no conocerme, eso fue lo que te delato.

Mary DewDonde viven las historias. Descúbrelo ahora