Dia 3: -16 de febrero-

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#skkfluffwk21 

#soukokufluffweek2021

Reunión en las mazmorras/ Lovecraft

Diferencia de altura

"Lo odia, pero de todos modos las guarda."

Shipp: Chuzai

Advertencia: Dazai pasivo /Omegaverse Au

[...]

Habían pasado cuatro años desde que Osamu escapó de la mafia y Chūya lo acompañó. Tuvieron que estar ocultos por dos años enteros mientras les creaban una vida falsa, papeles y estudios arreglados para poder tener una vida normal ante la sociedad y, sobre todo, borrar el expediente criminal de Osamu que cuando su alfa llegó a leer todo en lo que estaba mentido su omega, solo le llegó a dar dolor de cabeza.

Tantos casos de desapariciones, homicidios, extorciones, fraudes ¡¿Y no era capaz de ir al local de la señora de al frente por que ya lo había descubierto comprando en otra tienda?! Realmente creía que su pareja era alguien extraño, pero aun así no había razón para dejarlo de amar. Ambos sabían que tan sucios estaban, no tenían ningún secreto sucio del cual no estuvieran enterado y pese a sus tantas discusiones y siendo como el agua y aceite, su trabajo en equipo era perfecto. En el bajo mundo o en el mundo del bien.

El soukoku era imparable.

Pero había un problema... pues el único que entró a trabajar en la famosa agencia de detectives armados fue Dazai Osamu, ya que, para sorpresa de todos, de los dos fue el único que aprobó el examen de ingreso. Chūya era amable y confiable, pero había algo en su interior más oscuro que podía ser la razón por la cual era capaz de llevarse tan bien con su pareja.

A sus veintidós años, el omega trabajaba como detective en la ADA mientras que Chūya optó por tener una vida normal y un poco mas tranquila. Siendo un alfa, logró conseguir un trabajo demasiado fácil, aun si no llegaba a durar mucho, no era por que lo corrieran, solo es que se llegaba a aburrir y lo dejaba hasta que finalmente encontró un buen trabajo de su interés.

Guardaespaldas.

Daba igual a quien debía de proteger mientras le pagaran bien todo estaba perfecto, aceptando los trabajos que eran más peligrosos, Chūya tenía una adicción a la adrenalina y las emociones peligrosas, y lo mas importante... ganaba mas que Dazai.

Siendo considerado el mejor guardaespaldas que podían conseguir en Yokohama, ya sea incluso para protegerse de la Port Mafia o hasta del gobierno, su precio no era nada barato, solo personas importantes y poderosas eran capaz de contratarlo tal como el caso de Fitzgerald quien pagó sus servicios para acompañar a John Steinbeck y a Lovecraft. Luego del desastre que ocasionó el líder de Guild, esperaban que la mafia fuera por su arma destructora; Yumeno.

Siendo tan imparcial, no era la primera vez que se enfrentaba contra la mafia o la misma agencia aun si era el lugar que trabajaba su pareja, después de todo con ese mismo dinero era con el que ambos se daban sus gustos y vacaciones a donde quisieran. Además, aun si eran pareja, ambos comprendían que el trabajo era muy aparte a su relación.

─¡Ah, Chūya! No seas así, ocupamos a esa muñeca y el presidente también había comprado tus servicios. ¡Traidor!

Dazai estaba tratando de esquivar los ataques de su novio mientras el equipo Shin Soukoku intentaba atacar a Lovecraft, estando en su última fase que era ese gran monstruo con tentáculos, los chicos no tenían oportunidad y menos si aun si Dazai trataba de desactivar la habilidad de su alfa, este seguía dándoles problemas.

─No, ofreció un precio y Fitzgerald lo superó. Sabes bien que el que pague mas gana. ─explicó, Nakahara sabia bien los movimientos de su pareja, pero este también por lo que debía de estar a distancia de Osamu atacando a los cachorros que seguían a su novio y asegurándose que no llegaran a Yumeno─, Ocupamos el dinero ¿O ya se te olvido quien volvió a joder todos los fusibles por sus estúpidos intentos de suicidio? Aparte explotaste la cocina ¡Otra vez! Y con tu patético sueldo de detective no podremos pagar los arreglos, así que ahora te jodes. ¡Ya te dije que si quieres tratar de matarte, lo hagas fuera de la casa!

La batalla era intensa, pedazos de tierra salían volando, Rashōmon y el tigre lunar peleando con todas sus fuerzas contra Lovecraft y sobre todo de uno de los hombres de los que se debían de cuidar al poder controlar la gravedad... que también era el alfa de su mentor, pero toda seriedad se iba cuando escuchaban a estos dos gritando de cosas del hogar, hasta llegaron a escuchar como es que Dazai dejaba sus vendas tiradas en el baño y Chūya roncaba como tractor.

En algún momento del enfrentamiento, Ryūnosuke, Atsushi y John estaban incomodos ante la pelea marital de esos dos.

─Ah, bien. Contrató tus servicios para que nos ayudes. ─gritó el omega, enojado casi olvidando que tenían a un monstruo gigante frente a ellos.

─No digas estupideces, no tienes el dinero para pagar mis servicios, caballa.

Dazai gruñó. No podían perder el tiempo o el plan que tenia la agencia terminaría por ser perjudicado, sus manos hechas puños finalmente se rindió. Era la única solución, pero no había querido recurrir a eso.

─Chūya... ─su expresión era seria, el juego había terminado y los demás se pusieron en guardia, no sabían que es lo que haría castaño y menos cuando Nakahara también tenía una expresión fría─, usare ese traje de enfermera que compraste y te llamaré "mi grande alfa" mientras me rompes el culo y sobre todo, dejaré de burlarme de tu estatura por una semana.

...

...

...

¿Qué?

El rubio extranjero solo miró al omega con una cara de desconcierto, solo podía creer que los detectives y ese mafioso estaban jugando, harto del juego, estuvo a punto de ordenarle al guardaespaldas que terminara con ellos de una vez cuando recibió una fuerte patada que lo mando a volar a varios metros de ahí.

Chūya tenia una gran sonrisa perversa mientras que sus ojos brillaban con una inmensa determinación. Tronando sus nudillos, miraba a su único contrincante a vencer; Lovecraft.

─Mas te vale pagar, Osamu o de lo contrario dejaré de llevar esas latas de cangrejo que te gustan.

─Si~, si~. En la noche tendrás tu primer pago.

Con una sonrisa boba, Dazai se veía de nuevo tan despreocupado como siempre mientras su alfa se encargaba de la gran bestia y los cachorros... Akutagawa y Atsushi solo sintieron pena ajena, jamás iban a comprender la extraña relación de eso dos.

Soukoku Week 2021Donde viven las historias. Descúbrelo ahora