Instituto Karasuno para jóvenes betas (haikyuu omegaverse)

Parte 11

El viaje en auto resulto muchos más rápido que en bicicleta, en quince minutos se encontraban frente a la fachada del instituto. Ambos omegas tragaron fuerte, ya veían el regaño que les esperaba.

Al ingresar al instituto los tres jóvenes se encontraron con la directora, quien estaba de brazos cruzados, el ceño fruncido y un tic nervioso que hacia golpear el suelo con el taco de su zapato. Era la imagen de una madre furiosa en todo su esplendor.

- Ma...

- Nada- interrumpió la directora- ¿en que estaban pensado?

- ¡E-es que...- trataba de explicar Hinata moviendo los brazos como loco- perdón! – dijo haciendo una reverencia- yo arrastre a Yams hasta mi casa, solo quería ver a mi hermana, yo pedí a Yams que mintiera- Yamaguchi se quedo observando a su amigo sin saber que hacer

- Shoyo- dijo la directora- ¿Por qué no confiaste en tu familia?

- No quería que pensaran que soy un mal agradecido- hizo una pausa-... por extrañar a mi familia

- Cariño, que formes parte de nuestra familia no quiere decir que te olvides de los tuyos, son tu familia a pesar de todo, es normal extrañar y querer su bienestar

- ¿está enojada?

- Por supuesto que estoy enojada- los jóvenes quedado estupefactos mirándose- ¿Quién se atrevió a tocar a mis niños? - dijo con el ceño fruncido mientras acariciaba las heridas de los chicos

- Pues...- intento explicar el pecoso

- No se preocupe directora, se ha hecho lo que se tenia que hacer- dijo con firmeza el alfa

- Entiendo, gracias, Kei.... En cuanto a ustedes dos... vayamos a la enfermería para curar sus heridas y así poder ir a  comer la deliciosa cena que preparo Tendou para Yuu- comenzaron a caminar los tres hacia la enfermería, la directora se giro y miro a Tsukishima- te veo en mi oficina

- Si

Yamaguchi dio una última mirada curiosa a aquel alfa y siguió los pasos de Nozomi. Una vez en el lugar, ella los hizo sentarse y ella misma curo las heridas de los omegas. Cuando tomo las manos de Tadashi pudo ver lo lastimados que estaban sus nudillos, eso en verdad la preocupo, comenzó a vendarlos con extrema delicadeza

- Dime si te aprieta

- N-no... esta bien

El omega no pudo evitar sonrojarse. ¿esto era tener una madre? Alguien que se preocupe de tu bienestar en todo momento, que sea cariñosa, que te regañe cuando es lo correcto. Él nunca había tenido eso, lo único que recordaba de su pasado era su padre, no había madre. Luego ese alfa que todos los días lo golpeada en su celda, ese alfa de cabellos negros y ojos dorados, le recordaba a un gato callejero.

- Listo – dijo con un sonrisa- bueno, tengo asuntos que arreglas con el joven Tsukishima, vayan al comedor con los demás

- ¿Mama? - Nozomi se sintió flechada ante el modo cariñoso en que Yamaguchi la llamo

- Dime cariño

- ¿Por qué ordenaste que ese alfa cuidara de mí? - cuestiono finalmente

- Porque no quiero que vuelvas al infierno- dijo con ojos tristes- sé que debía de comentarte mi decisión de que tengas un custodio, pero no quería preocuparte- le acaricio la mejilla- ¿estas molesto?

- Nono... todo lo contrario- dijo mirando sus pies para esconder su sonrojo- m-me hace sentir querido- tanto Nozomi y Hinata lo quedaron mirando