Aquel lugar se veía desolado. El suelo tenía una apariencia negruzca, asemejándose al color del carbón; mientras que el cielo estaba cubierto permanentemente con nubes que daban la impresión de estar pintadas con hollín. A simple vista, daba la impresión de que nunca existió vida en esta árida estepa, sin embargo, en cualquier hora del día se podían escuchar un sinnúmero de pasos arrastrándose perezosamente por el lugar... Pero ¿Qué clase de criaturas podrían vivir en un entorno tan hostil?
La respuesta es: Ninguna.
No sería correcto decir que alguien o algo ''vive'' en este lugar, ya que los ''seres'' que rondan por este territorio no se pueden considerar como ''vivos''.
Si alguien tuviese el valor para adentrarse en este inhóspito lugar siguiendo el sonido de dichos pasos, no tardaría mucho en dar con la escalofriante escena de un mar de cadáveres hasta donde alcanza la vista; pero lo que es más sorprendente todavía es que esos cadáveres continúan moviéndose, sin rumbo alguno, por estas estériles tierras que han convertido en su dominio.
Este, es el Reino de los No Muertos.
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En el interior de alguna caverna subterránea, yacía "eso", sin ningún signo de vida. De un momento a otro, "eso" tembló. Si alguien hubiese presenciado dicho movimiento, posiblemente se diría a si mismo algo como "No, no se movió, solo fue mi imaginación" pero no, ese movimiento definitivamente no sería producto de la imaginación de alguien.
Después de unos cuantos espasmos "eso" se levantó lentamente. Ya estando en pie, y después de unos gruñidos guturales, "eso" empezó a caminar perezosamente por el lugar, dando con un túnel por el cual rezumaba una misteriosa niebla, y adentrándose en ella, se unió a una numerosa horda de cadáveres que deambulaban sin destino alguno.
Ninguno de los cadáveres pareció importarle la unión de "eso" a la horda, o quizá sería más preciso decir que ni siquiera lo notaron, después de todo... "Eso" era otro desgastado y esquelético cadáver.
De todos los huesudos cuerpos que formaban la horda, ni uno solo de ellos parecía tener el más mínimo rastro de conciencia. Daba la impresión de que se movían meramente por inercia, pues lo único que hacían era caminar de un lado a otro, y despedazar a cualquier ser vivo que fuera lo suficientemente ignorante o desafortunado como para entrar en sus dominios.
Claro, "eso" no era la excepción, ya que su comportamiento era el mismo que el de los demás. "Eso" era un cuerpo más en la horda... O eso se suponía.
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Magus: The Awakening of the Undead Lord
FantasíaUn poderoso Magus es traicionado y asesinado, pero no está dispuesto a permitirse morir sin más. Aún sin los recuerdos de su vida pasada, se abrirá camino desde la tierra de los muertos.