XVIII.- Punto de quiebre

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—¡Teme! — Naruto gruñe, aparentemente más irritado por la actitud de su compañero que por encontrarse un par de puntos debajo de su oponente en la final de las nacionales de béisbol—. ¿Qué demonios te ocurre? —Aprieta los puños, dando un leve vistazo hacia atrás en dónde la compungida administradora se cubre el rostro con las hojas de anotaciones.

Y el azabache responde con un certero golpe a la nariz de su mejor amigo, un impacto que de inmediato hace fluir la sangre.

La audiencia exclama y el suelo de aquella cancha queda manchado del carmín del hijo del más importante diplomático de la aldea de la hoja y, después, también de la del vástago del irritado Fugaku, quién fue convencido por su hijo mayor a asistir a aquél lamentable espectáculo deportivo; en el cual, el honor es totalmente ausente.

—¡Joder!

Proclama Inuzuka antes de correr a separarlos, al igual que otros miembros del equipo de Konoha e, incluso, algunos de sus rivales. No obstante, es casi imposible detener la reyerta entre ambos jóvenes, los cuales han estado bastante tensos desde que Sasuke rompiese con Hinata y, ésta pasara más y más tiempo con el rubio.

Para satisfacción de Hiashi, quién ya tiene todo listo para el internado universitario de su hija.

Aquella que avanza con tranquilidad hacia la trifulca y, únicamente con la inclemente mirada y algunas palabras consigue lo que otros fueron incapaces.

—Él empezó, Hina-chan. — Uzumaki protesta y, acepta la oferta ajena de recargarse en la jovencita a fin de erguirse—. Teme: si no fueses tan necesario en esta final...— Deja la amenaza al aire, puesto que el Uchiha hace el amago de volver a acercarse a aliviar su frustración en el estúpido rostro que sonríe de modo zorruno.

Una sonrisa de complicidad.

—Hay que llevarlos al ala médica. — Profiere Kiba con cierto pesar, porque no desea mantenerse cerca de esos dos; los cuales han estado completamente insoportables hasta en los entrenamientos.

Afortunadamente, Itachi descendió de las gradas a fin de asistir con su imprudente hermanito y, por su ceño, la mayoría comprende que es mejor dejarle todo el trabajo al adusto vigil y, también, a la chica Hyuga, a la cual Naruto aprehende con total algarabía a pesar de su labio partido y de la profunda herida en su ceja izquierda.

Parten, dejando que el resto se tome su merecido descanso de veinte minutos antes de reanudar el encuentro deportivo.

—¿Regresarán? — Susurra la hermanita de Hinata con cierto pesar, a lo que su primo le palmea la espalda para tranquilizarla.

—Lo harán.

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¡Nos leemos pronto!

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ღ •*°How Lucky We Are | (SasuHina)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora