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Capítulo 30✨ 

MILLIE

Es posible que las cosas pasen por algo, todo debe tener una razón de ser. Nuestras acciones tienen justificación, todo lo hacemos para obtener algo que nos beneficie, o para obtener que perjudique o beneficie a alguien más. No existe una persona buena o mala, solo acciones erróneas o acertadas. A veces nos concentramos tanto en una cosa, que se nos escapan las que en verdad importan. Aferrarnos al pasado no siempre es lo mejor, puedes dañarte a ti mismo, o, dañar a las personas  involucradas en tus acciones.

Era de mañana, me desperté temprano para ir junto a mamá, a la preparatoria a la que tenía que ir para recoger las tareas de cada semana, mi colegio en Vancouver las mandaría ahí para que no se atrase, haré escuela en casa, la mitad de la primaria estuve así, por lo tanto no es nada nuevo.

Llegué y la directora del colegio me explicó como sería el modo de trabajo. Salí de la oficina principal para alcanzar a mi madre.

-¡Sadie! ¡¿qué haces despierta?!-
-no es tan tarde-
-no, ¡son casi la una de la mañana allá!-
-bueno, no importa, ¿Cómo vas? y tu papá ¿está bien?-
-si todo bien, nada grave, y ustedes ¿sigues con cordura?- dije soltando una pequeña risa
-¡cordura! ¡eso necesito! no sabes la falta que nos haces-
-pronto regresaré, no será mucho tiempo-
-bueno y cuéntame ¿Qué se siente volver?-
-ay Sads, te quiero contar todo, pero es hora de que vayas a dormir, porque no me marcas cuando sean las diez allá, necesitas dormir- 
-está bien, pero me contestas eh-
-analizaré mis opciones-
-¡Millie!- dijo riendo

Corté la llamada, seguí caminando en dirección al estacionamiento donde mi madre me esperaba.

-¡Millie!- alguien gritó mi nombre a lo lejos, giré sobre mis talones para tratar de visualizar quién me llamaba, entrecerré los ojos pero no pude descifrar la voz, entonces seguí mi camino 
-¡Millie!- se volvió a escuchar pero esta vez no logré darme vuelta pues alguien se había subido a mi espalda, la persona enroscó sus brazos al rededor de mi cuello sin lastimarme y sus piernas abrazaron mi cadera, tratando de no perder el equilibrio seguí caminando, la persona volvió a pronunciar mi nombre y fue entonces donde tuve una idea de quien era ¿Lexi?
-Lexi ¿eres tú?- pregunté
-no, soy alguien que quiere robarte, ¡claro que soy yo!-

Ella bajó de mi, y me abrazó

-pero ¿Cómo supiste que estaba aquí?- dije sorprendida al momento de separarme de ella
-el otro día me dirigía a la dirección del colegio por cartulina, y escuche que una alumna vendría cada semana por sus tareas, cuando vi salir a tu mamá de la oficina relacioné todo, y mira ¡ahora estás aquí!- dijo Lexi feliz

Nos conocemos desde los 2 años, y somos inseparables, Lexi es mi mejor amiga de en Inglaterra. Platicamos un rato corto pues Lexi tenía clases y yo tenía que revisar las tareas, pero quedamos en vernos el fin de semana para contarnos todo los que nos había pasado.

Regresé a casa y subí a mi habitación.

-¡Finn!-
-¡Millie!, te he extrañado mucho, ¿Cómo estas? y tu papá ¿todo está bien?-
-si si, todo está bien, no fue un golpe tan grave, y tu ¿Qué tal con las grabaciones?-
-bien, hoy empezamos-
-¿hoy? ¿Qué hora es allá?-
-las cuatro de la mañana- 
-¡tan temprano! deberías estar dormido-
-no- dijo Finn riendo -a esta hora me levanto para las grabaciones-
-no lo puedo creer, no sé como le haces para levantarte tan temprano-
-los años, pero créeme hay veces en las que no quiero ni abrir los ojos, pero es mi trabajo y me gusta-
-me alegra-
-y tu ¿Qué tal regresar a Inglaterra?- preguntó
-uy, lindo, ya extrañaba mi ciudad, y que crees, ¡me encontré con mi mejor amiga!- dije como si fuera niña pequeña regresando del primer día del jardín de niños
-¿Sadie? ¿Qué hace Sadie allá? ¿se metió en tu maletas?- dijo riendo provocando la misma acción en mí
-no, Lexi- dije tratando de parar de reír
-ah, ya decía yo- reí
-me gustó regresar, pero...hubiera preferido regresar por otra razón, no porque alguien de mi familia esté mal-
-lo bueno es que no pasó a mayores, ahora solo te queda disfrutar de tu familia, antiguos amigos, y tu vida-
-si- hice una pausa -quisiera estar contigo- dije un poco triste, solo había pasado un día y ya sentía que no veía a Finn desde un año
-también yo, pero cuando regresemos pasaremos más tiempo juntos, es más, te parece si el primer día que nos veamos de nuevo, salimos, a donde sea-
-¡si! puede ser...a la pista de hielo-
-lo que sea menos la pista de hielo- aclaró -sabes que me doy mis buenos golpes ahí- dijo riendo
-anda, yo te atrapo, aunque me caiga contigo- hice un puchero
-está bien, pero me atrapas eh- 
-si, pero mejor el segundo día, vamos a llegar muy cansados-
-tienes razón, me imagino, dormirás todo el día-
-ey, no soy tan dormilona-
-¿no? yo creo que si-
-puede que un poco- dije sonriendo como si él pudiera verme, Finn vámonos, se escuchó la voz de Mary
-¿tienes que irte?-
-si, pero en cuanto tenga tiempo libre te marco-
-está bien, que te vaya bien- ¡Finn! se volvió escuchar Mary ¡voy, estoy terminando de hablar con Millie! gritó Finn ¡salúdamela! dijo Mary
-bueno ceo que ya escuchaste, mi mamá te manda saludos- me dijo Finn
-gracias, dile que también le mando yo, bueno anda vete, porque sino llegarás tarde-
-hablamos al rato, te amo-
-también te amo-

Un Simple TropiezoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora