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Oscuro, frío, vacío. Así se describiría el lugar que se encontraban México y Rusia. Estaban en una cárcel. Y aún peor, tenían que compartir la condenada.

Rusia suspiraba mientras miraba hacia afuera por las barras, mientras México se acostaba en él colchón fino de la "cama".

"Esto es todo tu culpa." Rusia dice. México lo mira. "¿Mi culpa? Tú fuiste tú el que golpeaste primero." México frunce las cejas y Rusia se voltea hacia México. Camina hacia el mientras crujía sus nudillos.

"Por esto quedarás solo, Nadie te amara. Tú me provocas."
En cuanto levanta su brazo a darle un golpe, las barras de metal de la cárcel suenan, ambos enfocan su mirada en el guarda que daba las barras con su bastón.

"México alguien te viene a buscar y a pagar tu fianza." El guarda dice y México se levanta de la cama, camina hacia el guardia. De atrás de él sale un hombre vestido de una forma casual, lo único distinto de él era que portaba terriblemente grandes ojeras.

"Mierda.." México dice. "¿Y cuánto sería la fianza?, señor." El hombre pregunta sacando su wallet.

"Bueno como son dos ofensa— ¿¡DOS OFENSAS?!" El hombre interrumpe el guardia. "¿Ahm si? Perturbación de La Paz al igual que agresión." El hombre rechina los dientes y le entrega la fianza.

"Señor, esto es mucho más de lo que necesitas pagar.." el guardia mira su mano llena de billetes. "Cállate y saca a mi hijo." El hombre cruza los brazos. El guardia saca solamente a México y deja a Rusia solo en la cárcel. El policía le libra las manos de las ajustadas esposas.

"Gracias." España, o el tal hombre, dice al guardia mientras que agarraba a México fuertemente del brazo. Salen hacia el estacionamiento y se paran frente del auto.

"¿¡Que estabas pensando?! España se pone rojo como tomate, y no de una forma buena.

"Ey mira, ¡era en defensa!" México dice.

"Te metieron en la cárcel. ¡Yo tenía que pagar! ¿¡Sabes cuanto dinero nos queda ahora?!" España le grita al otro.

"Aún así te queda bastante." México dice, mirando hacia el otro lado.

"¡Pero nos queda mucho menos de que hace 5 minutos!" España hace una rabieta.

"Pa ya cálmate te pagaré devuelta." México le contesta nervioso.

"¡Es la tercera vez que lo dices! ¡Me debes tanto dinero! Montante en el carro. ¡Ahora!" España le grita. México se sienta en el asiento de atrás y se amarra rápido.

España entra al asiento de conductor y agarra el volante, sus sortijas y anillos que portaba en sus manos perecían que explotarían en cualquier momento. Da un gran suspiro y mira hacia atrás.

"Méx, eres aún joven. Se que aún tienes bastante que aprender. Al tener esta inmoralidad y no tener el derecho a vivir como algún humano como otro, de verdad es algo condenado.

A pesar de siempre tener esta juventud, trátala como si fuera mortal. Aprendamos a ser mejores, ¡para ser un país necesitas ser fuerte y admirable! ¿Harías eso por mi y por tus amigos y hermanos?"

España mira a México con una leve sonrisa.
México asiente mientras mira hacia el suelo.

"Sabes que estoy muy orgulloso de ti. De veras lo estoy, así que hagamos un mejor esfuerzo. ¿Vale?" España se vuelve a voltear.

"De acuerdo." México murmura.

España era un hombre muy fácil de convencer y era uno rápido al perdonar. Era feliz y siempre trataba de vivir sus días infinitos como si fueran el último. Llevaba el corazón en la manga.

﹝•••﹞

Pasos de tacones se escuchaban resonado Por el suelo, hacían eco y todos los de las cárceles lo escuchaban.

En ese mismo momento, Rusia sabía que estaba jodido. Con miedo miró hacia afuera, allí se encontró con su hermana Alemania, más molesta que cualquier otro momento que él hubiese presenciado.

"Sal. Ya pague, nos vamos." Alemania dice, mirando al ruso a los ojos.

"Gracias Alemania." Rusia sale de la cárcel, ya abierta sin seguro.

『••✎••』

Hola 😔🤞
Los países son inmortales 🤔🤔🤔

¡Déjame Morón! ༺༻RusMéxDonde viven las historias. Descúbrelo ahora