No Identity

6. Fragancia a rosas [Parte 1]

ALERTA: Altos niveles de azúcar detectados en este capítulo(?
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Esa misma noche, Jungkook no podía quitarse la voz de Taehyung de la cabeza:

"Un hechizo borra memorias"

¿Si quiera era posible?

En todos sus años de estudio y práctica, se dio cuenta de que la magia en verdad tenía muchas limitaciones. Tal vez era mejor así, quién sabe para qué la usarían aquellos con malas intenciones. Representando un arma tan poderosa en manos de personas malintencionadas.

Releyó sus viejos libros, una y otra vez. Era casi de madrugada, la luz entrante por cada ventana, entonces se le iluminó la mente. Tal vez no existiera un hechizo o pócima capaz de borrarle la memoria a alguien, pero tal vez... Un reemplazo, era lo que necesitaba.

Jungkook llegó al camarote que compartía con Taehyung, recorriendo algunos pasillos de los que sólo ellos dos sabían. Una vez bajo el umbral y notando que la puerta se encontraba semi abierta, toco el marco de la puerta escuchando un "pasa" seguido.

Jungkook llevaba consigo un par de cálices llenos de algún vino. Taehyung se encontraba en el fondo de la habitación, leyendo unos grandes mapas sobre el mesón antiguo, trazando algunas rutas con ayuda de un compás y otros instrumentos útiles.

Jungkook caminó hasta él, siendo sincero, le ponía muy triste tener que ver a Taehyung en tales condiciones y aunque nunca fue realmente cercano a Seokjin o a nadie de la familia real, además de Taehyung, entendía que estaba pasando por un momento muy duro, el estrés, las noches en desvelo, el constante trabajo y la dedicación que dirigía a la búsqueda del anterior monarca, de su hermano, quien había sido el único pariente de sangre que le quedaba hasta ese momento, cuando desapareció.

—Yo sé que lo encontraremos.

Taehyung no volteó a mirarlo, emitiendo un leve suspiro agotado antes de formar una mueca desanimada en sus labios.

—¿En verdad piensas eso?

El castaño dejó lo que hacía sólo por unos segundos, volteando a ver al azabache a su costado, sus ojos brillando esperanzados.

—¿Acaso tú no? Seokjin está allá afuera, en algún lado. Si no es en el reino, lo buscaremos afuera, pero lo encontraremos. Él siempre fue un hombre muy sensible, pero también muy, muy inteligente y capaz. Él sabrá manejar la situación, después de todo es un Kim.

Jungkook le sonrió comprensivo, lo mínimo que podía hacer era tratar de animarlo, Taehyung siempre fue un hombre bastante idealista, confiado y sobre todo, confiable. A veces podía ser bastante ingenuo a pesar de su rango. Tenía un corazón hermoso, siendo estas algunas de las razones por las que terminó enamorándose perdidamente de él. Jungkook no era malo, pero a decir verdad, a veces se sentía una basura al lado de Taehyung, no era mejor que él, definitivamente nunca lo fue ni nunca lo sería.

Aquellas palabras parecieron ser suficientes para devolverle el ánimo al castaño, quien lo miraba con un brillo intenso en la mirada, casi como un niño. Taehyung solía confiar ciegamente en él y eso realmente lo hacía sentir... tan poco, no lo merecía.

Jungkook se aclaró la garganta, no quería preocuparlo, era lo último que querría hacer ahora que había conseguido llamar su ánimo.