Mi Nueva Realidad ♡Shigaraki Tomura y Tú♡

I: ¿Dónde estoy?

Desperté en una habitación oscura, no sabía dónde estaba, me sentía perdida y desorientada, tenía un horrible dolor de cabeza y lo último que recordaba antes de caer inconsciente era a mi hermanastra mirándome con una sonrisa siniestra.

- oh, ya despertaste- dijo un hombre alto, vestía una camisa formal color blanca, un chaleco negro y una corbata a rayas negra y blanca, no podía ver su rostro, traía en una bandeja un vaso con agua y medicamentos en pastillas- ¿te sientes bien? ¿Sabes cuál es tu nombre?- pregunto acercándose a mi

- mi nombre es ______ T/A (tu nombre y apellido) - dije aparentado un poco mis sienes para apaciguar el dolor

- muy bien, señorita T/A- el sujeto se sentó en la orilla de la cama donde estaba acostada, me incorpore un poco y me di cuenta que su cabeza era una especie de flama negra, a la cual le resplandecían dos tipos de cuencas amarillas, a pesar de eso no me sentí aterrada- lamento haberla traído a mi humilde establecimiento sin su consentimiento, pero la encontré inconsciente cerca a la orilla del río, no tuve más remedio que traerla- explicó entregándome el vaso con agua y una de las pastillas para el dolor

- Se lo agradezco, señor- dije tomando un poco del agua para bajar la pastilla- Disculpe, podría decirme cómo regresar a ___________ (la dirección de tu casa), mi madre ha de estar preocupada- o al menos eso quiero creer

- por supuesto- me levanté de la cama, salí de allí, el señor me dió las indicaciones para llegar a mi casa y me despedí.

Al llegar a dónde se supone era mi casa, había otra completamente diferente, ¿Familia Mukami? No había escuchado ese apellido, y ahora que lo pienso, el barrio, las calles y tiendas, todo estaba mal a como lo recordaba.

¿El señor me habrá dado mal las indicaciones? O ¿Yo las habré seguido mal? Sea cuál fuera el caso, está no es mi casa, saque mi celular, iba a orientarme usando la aplicación de mapas, pero aparecía "ubicación desconocida", algo andaba mal.

- Disculpe jovencita- un oficial de policía me sorprendió- ¿Puede mostrarme su identificación?-

Busque en mi ropa y me di cuenta de que no traía mi identificación.

- eh, señor oficial, lo que sucede es que... ¡Aaah! No puede hacer eso, no soy una ladrona-

- Claro, eso dicen todos- dijo colocándome las esposas- ahora díganme su nombre y su quirk - suspiré resignada

- mi nombre es ______, tengo 17 años, no tengo ni idea de dónde estoy, y... Espere un momento, ¿Qué carajos es un Quirk? - al parecer mi pregunta lo enfureció, levantó su mano dispuesto a pegarme, cerré los ojos con fuerza esperando el golpe, pero... este nunca llego, al abrir los ojos me encontré con una flama negra, muy parecida a la cabeza del señor de esta mañana, al parecer era un tipo de portal, pues la mano del oficial estaba dentro de la flama.

- ¿Qué el golpear a una niña indefensa no está prohibido?- el portal... ¿Habló?- señorita T/A, creí que volvería a casa- suspiré más tranquila al ver que era el señor de esta mañana

- pues... Se supone que está era mi dirección pero... Creo que me perdí- dije con una sonrisa nerviosa

- entiendo- Dijo tranquilo el señor- le recomiendo que corra- me quedé estática, ¿Correr? ¿A dónde? ¿Eso no sería huir de la policía? Yo creo que sí, aún tenía las esposas supongo que en cierto modo estaría huyendo de un oficial de policía.

- ¡El uso de Quirk sin licencia está prohibido!- grito el oficial y todo a su alrededor comenzó a flotar, excepto yo.

- ¡Corre al callejón!- mi cuerpo reaccionó y corrí al callejón, pero mi mente aún estaba en shock, que mierd* acaba de pasar, ¿porqué todo floto? ¿Qué chingados está pasando?- Bueno creo que hay que irnos, antes de que el oficial venga a buscarte- dijo detrás mío sorprendiendo me por completo.

👐👐👐

- Ya llegamos- dijo el Señor Kurogiri, ese era su nombre, entrando al bar en el que me había despertado esta mañana- Bienvenida de nuevo a mi humilde establecimiento-

- Gracias de nuevo y lamento los problemas ocasionados- dije inclinándome un poco hacia adelante

- No es problema- dijo de manera tranquila

- ¿Quién es ella?- pregunto una voz rasposa desde la barra de bebidas- ¿Qué hace aquí? ¿Y por qué tiene esposas?- era un chico de no más de 20 años, de contextura delgada y melena color celeste, llevaba un hoddie color negro.

- Digamos que es nuestra nueva aliada, así que haz el favor y desaste de sus esposas- respondió el señor Kurogiri de una manera amable hacia el joven, me indico que me acercará al chico.

Al hacerlo el chico tocó con la yema de sus dedos las esposas y estás se volvieron polvo.

- Wow, ¿Cómo hizo eso? Fue genial- no pude ocultar mi asombro, realmente era genial, este solo sonrió de medio lado.

- eres la primera persona que dice que mi quirk es genial, yo lo concidero peligroso- otra vez esa palabra, ¿Quirk? Será algún tipo de enfermedad o algo así.

- ¿Qué tipo de Quirk tienes tú? Realmente tengo curiosidad en saber cuál es tu particularidad- dijo el señor Kurogiri

- amm, disculpen, pero me podrían explicar ¿Qué es un Quirk?- dije algo apenada, el chico golpeó la mesa parecía digustado con mi pregunta

- ¡¿Cómo no sabes qué es un Quirk?! Tu particularidad, tu don, lo que te hace diferente a los demás- respondió casi gritando

- Shigaraki, cálmate- dijo sereno el señor Kurogiri, luego me explico lo que era un Quirk.

Le expliqué que de dónde yo venía, no existian las particularidades ni nada parecido.

- Somos todos iguales, o bueno, se supone que lo somos-

- Está niña, ya no la soporto- dijo molesto el chico

- ¡Shigaraki, no! - dijo el señor Kurogiri, pero en un movimiento rápido el joven, que al parecer se llamaba Shigaraki, me tomo por el cuello presionandolo un poco con sus yemas- pero... ¿Qué?- los dos se veían asombrados

- Wow, creí que tu don también me convertiría en polvo así como las esposas- reí nerviosa

- Se supone que eso es lo que debería pasar- dijo Shigaraki soltandome y tomando uno de los vasos de vidrio que estaban en la barra, Este de deterioró al instante, nuevamente me tomo por el cuello, pero nada pasó- esto es raro, y no me gusta- dijo soltandome y alejándose de mi para nuevamente tomar asiento.

- Al parecer eres inmune a nuestros quiks- comentó el señor Kurogiri señalando hacia donde yo estaba parada, allí él ya había abierto uno de sus portales pero yo no pasaba, de hecho estaba encima de el como si nada

Se me ocurrió está historia, de hecho la iba a enviar para uno de los consursos de Lexofurus pero neh me dió pena, así que pues aquí estamos, al final si la publique por qué soy medio agüebada y la quería sacar de mi sistema...