CAPITULO 13

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No de nuevo

Carl insistió en curar a Cindy adecuadamente, le quitó esa cinta metálica y después de desinfectar le colocó una gasa limpia, una vez lista ella se dirigió a la lavandería.

15 minutos después el salia de su departamento y se diríjio a su trabajo, camino por el amplio y luminoso pasillo llegando al elevador.

Su departamento estaba en un edificio que no era de los mejores pero estaba en un buen barrio, era limpio, y tenía seguridad en la entrada no cualquiera entraba al edificio.

Muchas veces le había insistido a Cindy que se mudará con el, no le gustaba que viviera en ese agujero que ella llamaba hogar, era un lugar repugnante e inseguro. Pero su orgullo era más fuerte.

«No quiere causarte más problemas»

Para el no era ningún problema el prometio cuidar de ella y lo estaba haciendo, se preocupaba mucho y quería tenerla cerca para cuidarla mejor pero cindy jamás sedería.

Llegó al elevador y presiona el botón, unos segundos después el elevador se abrió entro una de sus vecinas, hace poco había tenido un encuentro con ella pero sólo fue casual, aún así ella seguía insistiendole lo cual le molestaba, ya que no quería saber nada de ella sólo fue una vez y ni siquiera le gusto.

– Hola vecino– saludo con tono coqueto a lo que a Carl le irritó visiblemente.

Por qué nunca puedo conseguirme a una chica normal no una niña

Solo le dió un saludo con la cabeza sin mirarla, cuando el elevador llegó al primer piso salió rápida mente antes de seguir escuchando la voz irritante se su vecina.

– Llámame...– solo escucho antes de salir al exterior, entro a su coche y arranco lo más rápido que pudo.

Al llegar a la construcción vio una silueta alta y varonil, con gran trasero usando un casco de obrero y revisando unos planos, se hacerco con la intención de molestarlo como siempre hacia.

– Que sensual te vez con estos jens– le dijo seca de su oído en un susurro.

A lo que el aludido se giró de golpe ya que le había tocado el tracero. Y quería ver quién recibiría un puñetaso en el rostro.

Cuando vio a Carl, puso los ojos en blanco y solo lo empujó, ya que estaba muy cerca de el, y no le gustaba que invadieron su espacio personal.

– Idiota hijo de perra– Reclamo Matt con fastidio.

– te excitante, admitelo–

— un día de estos, me lo voy a creer, y entonces me vas a tener que responder y cumplirme– le dijo señanadolo con un dedo, Carl soltó una carcajada y respondió.

– cuando quieras papi.– Matt trato de ignorar su el tono insinuoso que uso y siguió mirando los planos.

– no tardaste mucho–

– claro que no, te dije que no tardaría, mi casa no está lejos– decía mientras se recargaba en la mesa. – que bueno que fui, me encontré a Cindy, y ambos tuvimos una terapeda muy buena–.

Cicatrices AbiertasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora