Eres mi Xodó (Aang y tu)

2| El templo del Aire Sur

Ya llevábamos rato volando sobre Appa, hasta había atardecido. De repente Katara comenzó a hablar.

—¿Cómo hiciste eso? Con el agua. Es lo más increíble que he visto jamás.

—No lo sé— le contesto mirando hacia el otro lado —Simplemente lo hice.

—¿Por qué no nos dijiste que eras el Avatar?— le preguntó la maestra agua.

—Porque... nunca he querido serlo.

Todo se quedó en silencio.

—Pero Aang, el mundo entero esta esperando el regreso del Avatar para poner fin a esta guerra— explicó la chica.

—¿Y cómo voy a hacer eso?— contesto el niño.

—Según la leyenda, primero debes dominar el agua, luego la tierra y el fuego ¿No es así?— el Avatar asintió.

—Fue lo que los monjes me dijieron.

—Bueno, si vamos al polo norte podrás dominar el agua control— le sugirió la morena.

—Podríamos aprender juntos— sonrió.

—Y Sokka y Kaori, creo que podrán golpear algunos maestros fuego malos en el camino— recalcó el "malos"

—Eso me gusta— dijimos ambos a la vez.

Nos giramos a vernos y reímos levemente.

—Estamos juntos en esto— nos ánimo Katara.

—Muy bien, pero antes de aprender el agua control tenemos importantes cosas que hacer— abrió un mapa de todas las tribus. —Aquí, aquí y aquí— apuntó el Avatar a tres lugares diferentes.

—¿Qué hay ahí?— pregunto la maestra agua.

—Aquí montaremos las llamas saltarinas, más adelante navegaremos en las espaldas del gigante pez Koi y luego por aquí montaremos a los monos glotones. No les gusta que la gente los monté pero eso es lo divertido.

Al día siguiente

Ayer por la noche nos habíamos detenido en una isla a descansar. Hace aproximadamente una hora Katara, Aang y yo nos despertamos, por lo que comenzamos a preparar a Appa ya de Aang quería ir al templo de aire en el que se crió.

—Esperen y verán chicas, el templo de aire sur es una de los lugares más hermosos del mundo— habló entusiasmado.

Katara y yo nos vimos entre nosotras comprendiendo lo que pensábamos.

—Aang sabemos que estas emocionado pero han pasado 100 años desde que te fuiste— explicó la morena.

—Si, estoy muy emocionado— hablo él.

—Y lo entendemos pero todo pudo a ver cambiado durante este tiempo— solté.

—Lo sé, pero tengo que verlo yo mismo— dijo y se fue a despertar a Sokka.

Ya que lo vi un poco lejos, lo suficiente como para que no escuchara, hablé.

—Katara, no es por ser pesimista pero tengo un mal presentimiento.

—Yo también Kaori, yo también.

Nuestra conversación quedó hasta aquí ya que Aang anunció que en minutos nos iríamos.

•••

Aang montaba en la delantera a Appa, Katara iba a un lado de él y Sokka y yo estábamos sentados en la parte de atrás. De repente al último mencionado le ruge el estómago.

—Tranquilízate, trató de encontrar algo de comer— le hablo a su estómago como si este fuera a contestarle.

Me reí un poco internamente.