Las consecuencias en el alma quedan grabadas

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Buenas noches amigos lectores, aquí está el segundo capítulo de este fanfic de Danmachi, vuestros miedos sobre mi actuar al escribir son completamente fundados, muajajajaa.

PD: Ya veo lo que me harán en los comentarios y para los que vienen de mi primer fic, otra vez la misma historia okno

Aiz estaba tendida en su cama, borracha hasta el cuello por haber ingerido una hierba por culpa de algún indiscreto durante la cena y pensando en una sola cosa, llenar su deseo más básico, descubierto con cierto peliblanco de ojos rubí, vendada por su propia diosa en toda la inestabilidad propia del alcohol.

"Ya está lista, ahora debe entrar la segunda parte, ahora Bete" Dijo Loki a su dependiente tratando de hablar lo suficientemente bajo del otro lado del muro.

"¿Estás segura de esto?" Respondió entre dudas completas el mitad lobo.

"¿La quieres tener para tí o no?" Le dijo Loki tratando de jugar su plan.

"No creo que sea la forma, ella está débil y suseptible en este instante"  Reprochó Bete, quien a pesar de ser un majadero por momentos, tenía un corazón bien guardadito.

"Entonces llamaré a alguno de sus pretendientes, le diré que Aiz está disponible y la pondré en bandeja de plata, Aiz no debe seguir viendo a ese Bell Cranell. Tú eliges, o la tomas tú o la toma otro con menos decencia" Dijo confrontando a uno de sus hijos más fuertes.

"¿Qué gano yo traicionando la confianza y el honor de Aiz?" Miro cabizbajo

"Te daré lo que quieras, pero tendrás que asegurarte de que Aiz crea que se ha acostado con Bell y no contigo, además, yo te avisaré cuando llegue Bell a su cita nocturna, tal vez tenían planes de cenar, pero menuda sorpresa le vamos a dar"

"Bien, ¿Finn sabe de esto?" Preguntó al borde del odio total.

"No, Es una operación que debemos ejecutar ya..."

"Asegúrate de quitarle la venda de los ojos cuando se quede dormida.

2 minutos después.

Bell sabía perfectamente evadir a los guardias de Loki y escalar por la ventana para recoger a su amada Aiz, como si fuera un día normal, había llegado y escabulléndose, alcanzó la ventana del cuarto de Aiz.

"Que raro, debería haber más seguridad aquí". Dijo a si mismo mientras escuchaba un pequeño golpeteo en la habitación. "¿Y ese ruido?" Se volvió a decir cuando ambas manos alcanzaron la ventana abierta y sus pies estaban preparados para entrar y cuando asomó la cabeza.

Aiz estaba contra la pared de espaldas y Bete la empalaba desde atrás, sin amor, solo cumpliendo su trabajo de prostituto, pero Bell no lograba entender, al borde del llanto los había visto, como Aiz se entregaba a Bete.

"¿Por qué? ¿Por qué me has hecho esto amor?" Dijo Bell dejándose caer de la ventana, tratando de matarse alli mismo, Bete lo había escuchado, pero se hizo el que no para que Bell se lo creyera y su misión se cumpliera de manera exitosa.

Aiz gemía para Bete, creyendo que era su verdadero y único amor Bell Cranell, repetía su nombre creyendo en su persona, desnuda y entregada a un hombre que no amaba en absoluto.

En la parte del jardín, se escuchó un estruendo, habían sido alertados los guardias, al sonar la alarma, noqueó a Aiz.

"Mierda, debo salir de esta habitación" se dijo mentalmente

"Aiz, te necesito aquí abajo" Dijo Riveria la cual pasaba despierta y con un bostezo

"Riveria, ¿Has visto a Bete?" Preguntó el hobbit, al tocar su habitación, abrir su puerta y no encontrarlo

Corazones rotos, promesas hechasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora