Defensores del viento sagrado (2)

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Ryu miraba frente a frente a su enemigo, ambos ensangrentados y demacrados del combate férreo que habían tenido, Bell y la cambiaformas yacían en el suelo, habían sido heridos de gravedad al igual que Ryu quien había evidente sus problemas al notar que sangraba a cantaros y su conciencia se iba.

"¿Lista para morir?" La voz del enemigo hablaba con Ryu mientras tenía su arma contra su cuello, era un sátiro, muy experto en el cuerpo a cuerpo y de un gran nivel de combate, a pesar de su veteranía y poderoso ser, al igual que Bell, Ryu y la cambiaformas, estaba herido de gravedad, cansado por lo arduo de su combate y suponiendo un final glorioso de un grupo de valientes que ahora veían el infierno a la cara. Habían superado los primeros 2 niveles con relativa facilidad y ¿Qué les esperaba? Podría ser el dolor, podría ser el futuro, como podría significar el fin de todas las cosas vivas. Todo dependía de la perspectiva a la cual todo fuera tratado

Sin embargo, antes de morir aquella persona a punto cruzar a la otra vida podría tener una suprema interrogante y era ¿Qué había pasado para llegar a donde la vida y la muerte confluyen?

Los 3 se encontraban tras el velo blanco que llevaba a la siguiente parte del calabozo, al área del gigante y el sátiro como había explicado la cambiaformas en un moldeo corporal que la hacía ver igual a Aiz en distinta tela sobre su cuerpo.

"Si queremos seguir avanzando es preciso engañar al sátiro y evitar al gigante" La forma ficticia de una Aiz hablaba, a ambos aventureros, mientras buscaban una forma de atravesar el humo blanco.

"Pero antes debemos buscar una manera de atravesar eso" Expresó Bell con serias dudas del plan a tomar esta vez, no sabía realmente si fuera un engaño o fuera real si quiera si fueran a superar los previos obstáculos antes de los verdaderos desafíos.

Los 3 se miraron las caras, Ryu estaba especialmente incomoda con la presencia de otra mujer que se pareciera en extremo a Aiz y que compartiera su sentir.

"Debes de tener un veneno en tu cuerpo, mientras nos contabas la historia nos hablaste algo de ello" Ryu empezaba a tener un plan por desarrollar y la cambiaformas miró a Ryu asintiendo.

"El alma de mi antecesora tenía esencia de serpiente, forma de arpía y algunas otras cosas, por tanto, es correcto lo que dices, yo no puedo beber tan alegremente de la fuente de sanación, porque convertiría ... " La cambiaformas se dio cuenta de sus palabras miró a la fuente pensando sus opciones

"Justamente eso estoy pensando" habló Ryu llamando la curiosidad de Bell, era mejor que nada lo que estaban por desarrollar

"Ama Ryu, acompáñeme un momento" Ryu se le acercó y ambas se alejaron de Bell, quien miraba a la cortina de humo con seria curiosidad, algo no andaba bien y si era humo ¿Cómo podía este quedarse atrapado sin algo aparente que le impida esparcirse?

"Esto no anda bien" Se dijo Bell a si mismo pensando en que estaba yendo mal sobre su pensamiento sobre aquel gas. ¿Era realmente humo o estaba emanándose a algún lado?, sin embargo, si hubiera una abertura, lo lógico era que parte del mismo, fuese desviado hacia él mismo, tal vez si intentaba atravesarlo no podría y lo de antes era una pared que le impedía avanzar.

Bell avanzó al humo, inmediatamente atacado por las "diminutas criaturas" de aquel extraño hábitat que rodeaban el cuerpo de Bell por el frente, a pesar del dolor de pequeñas mordidas extendiéndose en su cuerpo, descendiendo de a pocos, logró notar una cuestión específica a pesar de tener que taparse los ojos, sin embargo, por cuestión de su propia humanidad no logró procesar como fuera debido

Bell rápidamente cuando el dolor se hacía insoportable, retrocedió tirándose al suelo hacia atrás, cerró los ojos con el dolor en su cuerpo y corrió a la fuente al sentir su propio sangrado, recorrer su pecho, bebió de ella rápidamente sintiendo alivio instantáneo, mantuvo la cabeza adentro un momento, como quien descansaba, tratando de razonar lo sucedido, su mente estaba ahora intranquila con lo extraño de aquella pared.

Corazones rotos, promesas hechasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora