La sangre de la noche sin luna

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Base de Evilus

"Gran comandante, ha pasado un tiempo" Peste estaba ante el gran comandante reincorporándose al servicio activo de Evilus.

"Has pasado mucho tiempo prisionera de Hermes, ¿Cómo pudiste arriesgarte tanto?" El gran comandante estaba al lado de la maga y ambos tenían obligación de interrogarle junto a los líderes Evilus de rangos altos

"Tranquilo, Hermes está en problemas, Freya se ha aliado a él y probablemente esté formando alianzas con la familia Ganesha. Todo está controlado" sonaba calmada, relajada por la forma en la que hablaba

"¿Aun no regresa el grupo que mandamos a apoyar a Loki? Los pedimos hace semanas" se quejaba el gran comandante

"Estan operando, gracias a ellos fue más fácil eliminar a algunos enemigos del tablero. Por otra parte estan desunidos, es nuestro momento de atacar" Naria había entrado por recomendación de Peste, el general no podía objetar esa idea y todo era lógico si querían ganar este podía ser el momento.

"No es tan fácil hacer un ataque de este tipo, seríamos detectados antes de llegar y darían alarma revelando nuestra intención, esperemos a tener noticias de los cuerpos que enviamos a por los elementales.

"Tenemos a la espíritu del viento en nuestro poder. ¿Qué sigue?" La maga se levantó de su asiento junto al comandante, tomando el liderazgo sobre su superior

"Necesito que me lleven con ella al espíritu de fuego para poder hacer el ritual" su voz era clara en su petición, tenía un plan o algo por el estilo

"¿Estás segura de arriesgar tu vida de esa forma, Rivka?"la maga observó al gran comandante quien casi le estaba rogando que no lo hiciera

"Así crearon así a mi raza, yo tengo que solucionar mi problema" Se detuvieron, ella completamente cubierta por su capa y sus ropajes

"Los dioses que crearon la humanidad te crearon así. Realmente ..." No terminaron la conversación cuando la voz de la gran maga de Evilus habló

"No quiero a nadie dentro de esta habitación, solo el gran comandante" las luces de vela se apagaron y la oscuridad imperó en la habitación, los jefes salieron esperando que nada malo pasara.

"Yo puedo ser tu esclavo si quieres, pero no arriesgues de esa forma tu vida" ambos estaban parados frente a frente y la mano derecha de la maga se posó en las mejillas del comandante

"Yo soy quien deberá ver por tí, yo no moriré a menos que mi vida sea arrebatada, tu eres mi espada y yo simplemente te apoyo mientras puedes morir al frente. Yo soy meramente reemplazable" su voz calmada provocó la reacción del comandante.

La abrazo, no quería que hiciera nada que pusiera en peligro su vida.

"Si tú lo deseas lo haremos, pero no quiero ser quien entierre tu piedra" La maga trató de soltarse y se separaron

"No te acerques demasiado, estoy en mi hora de comer, voy al calabozo" El gran comandante extendió su brazo retrocediendo de su intención

"Cuando una monstruosidad como yo come, no gusta de dejar sobras, Kaufman, tú me conoces" se dió vuelta después de mostrar sus afilados colmillos con la boca abierta como si fuera a chuparle la sangre

"Nos vemos, voy a hacer papeleo y preparar tu ritual. Después de ello supongo que el objetivo será directamente probarte en Orario" la puerta se abrió y las velas fueron encendidas por un hechizo de la maga, el general Merk quedó cerca esperando fuera en los pasillos oculto mientras revisaba algunas cosas con los guardias

"Enki maldijo su especie a estar condenados a la oscuridad eterna debe ser un tormento" pensó mientras revisando una valija que traían con armas movilizando a los almacenes

Corazones rotos, promesas hechasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora