1-¿Standby? No lo creo.

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-El día está nublado... Creo que va a llover... La cuarentena no es nada agradable...

Pensaba Erik sentado en su sala, con la expresión de un muerto.

-¡Porque siempre estoy tan aburrido!- Gritó de repente.

-Ya no aguanto más, me voy a la calle.
Mientras pensaba: -un momento... Va a llover.

-¡No importa! Gritó como si le estuviera hablando a alguien más.

Luego recapacitó para si mismo:
-¿debería llegar paraguas?

-¡¡Cielos!! Por eso es que no me divierto. ¡Ya me cansé, me voy a la calle! Ya pensaré que hacer más adelante.

(Bien hecho prota, you break the rules! ┌|o^▽^o|┘♪ vamos a ver que pasa ahora
(^~^;)ゞ
PD: no salgan a la calle, el virus es malo :/ )

Erik salió y de un portazo cerró, bajó las escasas escaleras de segundo piso como un rayo y enseguida estaba caminando por la acera pensativo. Iba a llover, había cuarentena, por supuesto que no había nadie en la calle. ¿Y ahora que? Erik se sienta en un banco que se encuentra después de caminar unos 500 metros.

-¿Y ahora que hago?- se susurró así mismo.-salí de la casa a caminar y encontrar algo en lo que matar el tiempo pero ahora estoy como el principio... Sigo aburrido- suspira.

Al otro lado de la calle de mueven unas bolsas de basura provenientes de un callejón. Eran las 6:30 Pm, casi era de noche y se empezaba a encender el alumbrado público.

-¿Hola?-se paran de mover las bolsas.

-¿Hay alguien ahí?- Pregunta Erik más curioso que con miedo.
Se para del banco y empieza a cruzar la calle lentamente, no despega los ojos de las bolsas de basura.
Pita fuerte un auto que pasa con Erik a medio cruzar la calle -¡¡Cuidado imbécil!!
Da un salto retrocediendo, el auto casi alcanza a rozarlo, por suerte no fue más que un susto. Se para del suelo rápido y se apresura a cruzar la calle. Se sigue acercando a las bolsas de basura y de repente salta un gato 🐈.

-¡Dios!- exclama sorprendido...

-Fiuf, que susto me has provocado pequeñín- se refiere al gatito, lo carga y lo acaricia. Por su apariencia y olor era un gato callejero.
-¿Necesitas un techo eh? Y yo un compañero. Has llegado en el mejor momento posible, creo que te voy a adoptar 😄- empieza a llover y la lluvía se hace más fuerte con cada segundo. Cuándo ambos se disponen a retirarse y ven a una joven sentada en el banco en el que estaba Erik. Hay dos hombres con mal aspecto presionando a la chica para algo y ella parece estar llorando. Erik fue un joven al que siempre oprimieron y del que siempre se burlaron en secundaria y preparatoria, pero cambio radicalmente cuándo sus padres murieron en un accidente de tráfico, sin más familia ni amigos decidió que tenía que hacerse más independiente y adulto. Su situación de niñes y adolescencia lo llevaba a aborrecer este tipo de actos y no se pudo contener esta vez.

Soltó el gatito y agarró la tapa de una cubeta de basura, el gato corrió debajo del banco para protegerse de la lluvia y detrás corrió Erik con la tapa en las dos manos
-¡Dejala en paz!- gritó lleno de ira. Levantó la tapa y con el impulso de la carrera consiguió darle a uno en la cabeza y tumbarle, el otro rápidamente reaccionó y le dió un puñetazo en la cara que lo dejó sentado, ese es el resultado de no esforzarse por hacer ejercicio en ninguna etapa de su vida, siquiera en clases.

-¡Corre!- le gritó a la muchacha sentado en el piso, esta no tardó en irse llorando y con el aliento entrecortado.

-¡Las vas a pagar caro muchacho! Dijo el tipo que estaba parado y saco una navaja de su bolsillo trasero.

Estaba todo mojado, retrocediendo con terror en la mirada fija a la navaja, el hombre le da una patada en medio de la cara y lo baja de la acera hacia la calle. Le deja un ojo morado casi instantáneamente, ve borroso y ensangrentado de ese ojo, grita de dolor. El otro hombre se para del piso atolondrado.

- déjamelo a mí- le dice al que estaba de pie.

-es todo tuyo, yo te lo aguanto- acto seguido sujeta a Erik por la espalda, debajo de los brazos.

El otro tío le da un puñetazo de lleno en la boca que le saca un par de dientes y le pone la boca y la nariz a sangrar. El otro hombre lo suelta al mismo tiempo y cae nuevamente al piso recibiendo una patada del que lo estaba aguantando en la cara. Ya no se puede mover prácticamente, está conciente apenas, ambos perpetradores le empiezan a dar patadas en el suelo, empieza a salir sangre de su boca y nariz. Lo están pateando sin misericordia, en la cara en los brazos en los testículos, en todos lados, con sus últimas fuerzas trata de cubrirse un poco la cara en vano, siguen pateandolo sin cesar, la sangre empieza a mezclarse con la lluvia de la calle y pronto se esparce al rededor de su cuerpo. Siente como se le quiebran las costillas, luego los brazos, no puede ni reaccionar, con la vista llena de sangre logra ver el gato debajo del banco que lo observa. Después de unas cuántas patadas en la cabeza y de perder suficiente sangre se queda inconsciente con los ojos abiertos.

-¿Yo creo que ya está muerto eh?- dice uno de los hombres, el otro se mira la navaja de la mano y dice:

-Y pensar que siquiera tuve que usar esto, era un debilucho, toma lo que puedas y vámonos, seguro la Policía no tarda en llegar-

Empapado en agua y sangre, sucio, con varios moretones en su cara y el cuerpo destrozado. Siente como se le apaga todo el sistema... Como se va del mundo...

En un espacio gris... flotando, desnudo, está Erik. No escucha nada... No ve nada más que gris, un blanco que se aproxima encima de su cabeza y un negro que se aleja en el fondo de sus pies... No puede hablar... En sus pensamientos dice:

-¿Estoy?... Ah... Ya veo... Estoy muerto, ojalá esa chica haya podido escapar...

¡Agh no me quiero morir así! ¡¡A manos de unos matones!! Si solo... Nadie me va a recordar... ¡¡¡¡No!!!! ¡No me quiero ir así de la existencia! ¡Después de tanto manga que leí en los que se reencarna la gente! ¡¿ Porque no me pasa lo mismo?! ¡Sería buen momento!- Grita desesperado agitando las manos y las piernas como el que no sabe nadar a medida que sigue ascendiendo.

De la nada se escuchan unas palabras. Desconsertado busca el origen de esas palabras que no entiende, una oración rara en un idioma que no conoce.

-¡Es de ahí!- se da cuenta que las palabras vienen de lo negro.

De repente salen unas ataduras brillantes que atrapan sus brazos y piernas.

¡¿Q-que?! ¡¿Que pasa ahora?!

Las ataduras lo empiezan a jalar al instante con una fuerza impresionante. Cae rápidamente hasta que atraviesa de golpe la negrura.

Cuándo vuelve a abrir los ojos, Erik ve gente rara a su alrededor, hablando la misma lengua que escuchó cuándo estaba en el espacio gris, no sabía nada de lo que estaba pasando y se sentía muy mareado. Alguien lo había traído a la fuerza a ese mundo... Pero por lo menos no estaba muerto, seguido de esto cierra los ojos y se duerme.

-Ha sido un día mucho más movido de lo que buscaba a decir verdad...- piensa mientras cae en su sueño...

Another WorldDonde viven las historias. Descúbrelo ahora