Hay gente corriendo por todos lados, todo el mundo está apurado como el que no alcanza entradas para un concierto. La casa de los Assmentære (pronunciación: Asmentéa) acaba de realizar un milagro.
Las sirvientas están cuhicheando de un lado para otro, incluso los guardias personales de la familia saben que pasó algo importante este día.En el pasillo dos criadas comentan que la mujer del señor Claus dió a luz un varón.
-¿Sabes que?- Le dijo retoricamente una criada a la otra
-La señora Marietta ha dado a luz a un niño lindo, rubio como su madre y muy parecido a su padre.
-Si...- asintió la otra criada
-pero por otra parte está el niño de Eylin, la criada personal del señor Claus, dicen que su hijo nació muerto pero por alguna razón el señor Claus pago a un clérigo sanador para que hiciera lo posible por salvarlo. ¿No es buena persona?
Ambos la esposa y el señor Claus tenían una sirvienta personal, la de este último reemplazada por el estado de Eylin, "una mujer embarazada no puede trabajar eficientemente" pensaba el señor Claus. La familia era dueña de unas tierras una pequeña aldea y una granja sin contar su elegante mansión. Incluso tenían un amplio personal de sirvientes y algunos soldados bastante preparados.
Erik estaba dormido... No había hecho más que descansar, se sentía extraño y algo diferente. Entre dormido siente a alguien gritando.
-Ah... Esas palabras raras de nuevo- piensa en su lecho sin abrir los ojos.
-¡Ingrata!- le estaba gritando el señor Claus a Eylin.
-¿¡Como pudiste quedar embarazada?! ¡No creas que te vas a poder quedar en esta casa luego de eso! ¡Solo pagué el clérigo para que no hicieras un alboroto, si algo de esto se llega a saber me quedo con la cabeza tuya y la de tú sucio hijo! ¿¡Entendiste!?
Eylin, una esclava vendida desde niña por sus padres pobres, que había tenido mala suerte en toda su vida y había sido obligada a tener relaciones con su dueño, es probablemente una de las personas más maltratadas de esta historia.
Ella que se había lamentado por haber nacido toda su vida, tuvo la oportunidad de hacer algo único, tuvo un hijo, tenía que proteger a ese hijo, a ese rayito de luz en su vida, a toda costa. Al fin y al cabo... Era su hijo, la cosa más preciada que había hecho o tenido nunca. En esta situación solo le quedaba aguantar.
-...E-entendido.- dijo bajito con una voz sumisa.
-¡Más te vale! Replicó el señor Claus.
De repente todo estaba calmado de nuevo.
-ah, al fin puedo seguir durmiendo... Quiero olvidarme de mi pésimo día cuánto antes- dijo Erik sin pensar en nada más... El no recordaba más nada luego de su paliza.
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Another World
FantasySolo quería cambiar un poco mi vida y encontrar algo en lo que matar el tiempo, nunca me esperé un giro tan dramático. Creo que... Incluso me gusta este nuevo mundo...