NOCHE QUINCIAÑERA

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Las espesas sombras esperaban un amanecer,

era tal vez la hora mas deseada de la juventud,

quince vueltas el sol dio en su plenitud,

muchas faces de la luna acompaño,

un vestido blanco presentaba,

desbordado de flores de jazmín

un collar de perlas deslumbraba,

un par de ojos que la observaban.

Una copa callo al suelo,

rumores de senderos escondidos en un corredor,

la quinceañera desapareció...

Su padre conocía el portal secreto,

maldito escueto sombra de esqueleto que él vio,

con su escopeta soltó la furia,

mientras los gallos en su locura cantaron,

el perro ladro, el gato maulló,

a lo lejos el sonido de una mujer en llanto,

que confundía los oídos, murmuran si ríe o canta.

El olor a pólvora quemada da sospecha,

que el arriesgado chico que la asecha no la robo,

por que donde se oyó el disparo,

 no quedo mas que pólvora suelta,

pura mecha quemada sobre helechos,

puro olor a noche muerta.

La velada termino, el sol salió,

los rastros frescos sobre el barro,

de una zapatilla puntuda

guiada al camino del llano,

donde se oyó el ultimo cantar del violinista que la enamoro.



LOS CIEN SUSPIROS DE ALEXDonde viven las historias. Descúbrelo ahora