Con puño de armadura en alambres de pardillos,
las estrellas alumbraban la velada de un domingo.
Cerca de la media noche donde los demonios hacen reproche,
allí un caudillo no conocía de miedo,
valiente fiera que la oscuridad trajera de nuevo.
Pasan los segundos, y la fiesta no da punto,
las baterías de un artefacto se agotan en su lujo,
sin música, la comida y el trago no sabe a nada,
y las cuerdas de una guitarra rota no dan esperanza.
caudillo debes cruzar la oscuridad,
el camino es turbio y no debes demorar.
Partió el hombre con rumbo definido,
su misión conseguir un viejo tocadiscos,
mecanismo de la época.
Los pasos fueron leves en la espesa oscuridad,
tomando el camino principal, ese que llevaba al cementerio,
tranquilo que los muertos duermen en paz.
A él eso no le daba miedo cual cazador fantasmal,
pero en la puerta del cementerio un hombre ahí estaba,
"Que loco" pensó el caudillo, vestirse de blanco sin ningún motivo,
que confuso y sin sentido maquinaba aquel terrenal,
no tiene apariencia que defina su sexo,
hombre o mujer no tuvo miedo.
Te advierto retumbo una voz,
que al camino de regreso elegir otra opción.
Aquel campesino llegó al lugar,
tomó la maquina musical y de regreso...
El ser de blanco lo esperaba.
Su pulso se acelera al ver el rostro,
guarda silencio y decide continuar por otro desecho,
sintiendo los pasos de alguien que lo acompaña.
Alguien vio lo que pasaba,
el demonio con los perros se enfrentaba,
en la orilla del camino principal,
esperaba un alma robar, pero alguien se le adelantaba.
el caudillo había cambiado los planes,
y aquella alma del cementerio era su madre.
ESTÁS LEYENDO
LOS CIEN SUSPIROS DE ALEX
PoezjaEste es un libro inspirado en cualquier cosa, contiene cien poemas que se irán publicando según la inspiración del poeta, el amor la soledad, desilusión, muerte, tristeza o el olvido serán los grandes factores que llevaran a cabo esta obra de arte...