Seres Rotos

No perder la sensibilidad

A veces la gente te decepciona, te hiere, te lastima. A veces las circunstancias no colaboran en las relaciones personales y te enredas en malos entendidos en los que no querías estar.

A veces crees que podes confiar.

A veces confías, pero de igual modo te lastiman.

Y entonces te cansas, te volves un ser frío y sin corazón, desesperanzado, incrédulo, desconfiado, envuelto en una coraza que evite contacto con cualquier ser humano.

Pero nunca fue tu intención terminar así, fue la sumatoria de momentos de mierda lo que te llevó a comportarte así, a convertirte en lo que nunca quisiste ser.

Fueron las lágrimas las que te arrastraron hasta la soledad, porque juraste no volver a llorar, y por cumplirlo evitas cualquier acto sentimental, y te pones a la defensiva.

Atacas antes de que te ataquen, como mecanismo de defensa, porque la vida te paso tantas veces por encima que ya te cansaste de seguir levantandote, ya no te queres levantar, ya no permitis que te pasen por encima, y de paso tampoco te permitís vivir, porque aunque a veces aparezcan malos tragos, de eso se trata, de dejarlos pasar y seguir adelante.

Pero se te olvida, se te olvidan los buenos momentos y solo quedan los malos, se te olvida que no está en vos tener todo bajo control y que a veces el agua se te escapa de las manos, se te olvida que no todo es perfecto y que hay momentos buenos, como hay momentos malos.

Se te olvida que superaste miles de situaciones de mierda y que inevitablemente vas a tener que seguir superando situaciones de mierda, pero que las risas también te van a estar esperando.

Lo dije un día sin saber que me iba a tocar recordarlo todos los días de mi vida: "no permitamos que la cuarentena nos quite la sensibilidad" pero a veces se me olvidan mis propias palabras, a veces olvido de que estoy hecha, y olvido quien soy. Y necesito de un empujoncito de los que siempre estuvieron para volver a pararme y no permitirme perder la sensibilidad, ni con el resto, ni conmigo misma.