Daddy's Boy ||L.S||

19

"¿Tú qué?" Preguntó Harry completamente confundido mientras miraba al rubio que, vergonzosamente, bajaba la vista a la mesa de la cocina para evitar mirar al dominante mientras Louis le contaba lo sucedido.

Por supuesto que tenía que alertar a su dominante de que su amigo de pelo rubio había tenido pensamientos suicidas. Louis nunca se perdonaría a sí mismo si hubiera mantenido esa parte en silencio y Niall hubiera llegado a hacerlo más adelante.

"Aléjate de él". Murmuró el gatito, tomando las grandes manos del hombre entre las suyas. Acarició su pulgar contra los nudillos suavemente para calmar al furioso dominante.

Harry estaba cabreado porque todos los que le importaba se odiaban a sí mismos y hacían cosas que le preocupaban. Conoce a Niall desde que esta con Liam; lo cual fue hace cinco años. Conoce a Liam desde que tiene uso de razón.

"¿Por qué querrías hacer eso, Niall?" Suspiró, quitando su mano del agarre de Louis y frotándose el puente de la nariz. "Quiero decir, ya sé lo que pasó, pero ¿por qué le harías eso a Liam? ¿Y si realmente lo lograrás hacer? Quiero decir, sabes que todavía te quiere, ¿verdad?".

Niall bajó la cabeza e hizo un mohín al pensar que Liam lloraría sobre su pálido cuerpo. Odiaba ver a su papi triste.

"El suicidio es una solución permanente a un problema temporal". Harry añadió: "Cualquiera que intente suicidarse está demasiado asustado para afrontar sus problemas o no es lo suficientemente fuerte para seguir adelante".

"¿Estás diciendo que no soy lo suficientemente fuerte para seguir adelante?" preguntó Louis, cruzando los brazos mientras se agitaba. Alguien tiene que enseñarle a este hombre cómo actuar con la gente sensible.

"Lou, ¿tú también?" Harry se quedó sin palabras, arrepintiéndose inmediatamente de lo que había dicho.

"Tú nunca has estado deprimido así que no sabes lo que se siente y no te lo voy a explicar. Pero, cuida tu boca antes de decir cosas así". Soltó, poniendo los ojos en blanco. "Estás empezando a sonar como Liam".

Niall se encogió al oír su nombre, levantándose rápidamente de su asiento y entrando a toda prisa en la habitación.

"Lo siento mucho". Se disculpó el hombre de pelo rizado, tirando de Louis en un abrazo que acabó con el sumiso a horcajadas sobre su regazo y su cara enterrada en el pliegue del cuello de Harry.

El sumiso respiró profundamente para poder oler la dulce colonia que había visto rociar a Harry en su mandíbula cientos de veces.

"Te quiero". Louis susurró mientras trazaba los botones de su camisa negra abotonada. Se sintió un poco herido por lo que dijo su papi, pero no quería despreciar al hombre. No cuando tenía que ayudar a Niall.

"Yo también te quiero". El dominante tarareó, depositando un beso en su frente.

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"Ahora Liam, necesito que estés tranquilo mientras te digo esto". Dijo Harry con calma mientras impedía que Liam entrara por la puerta principal.

El otro dominante parecía enfadado, pero asintió con la cabeza, soltando los puños apretados a los lados y respirando profundamente. "De acuerdo". Su mandíbula volvió a estar fuertemente cerrada mientras esperaba que su compañero dijera lo que tenía en mente.

"Niall se sentía un poco mal el otro día y puede que le haya dicho a Louis que quería suicidarse".

"¡Qué!" exclamó Liam, pasando por delante de él y buscando frenéticamente a su sumiso. Lo vio escondido en un rincón de la habitación de invitados, con la cara enterrada en las rodillas mientras lloraba contra ellas. "¿Nialler es verdad?"

Niall gimió antes de levantar la cabeza para mostrarle los ahora oscuros moretones. Su voz era extremadamente ronca y su cuerpo le dolía ligeramente con cada movimiento.

"¿Te sientes así otra vez?"

El rubio asintió, acercándose desesperadamente y abrazando el cuello del hombre. "Te quiero tanto Li y cuando te enteraste de lo de Zayn y yo, no sabía qué hacer", admitió, parpadeando con fuerza para que las lágrimas cayeran por sus mejillas en lugar de formarse en sus ojos.

"Oh, amor", dijo Liam, retirándose y ahuecando su mandíbula para mirarlo con adoración a los ojos. "Estoy herido, sí, pero nunca podría vivir sin ti". Le quitó algunas lágrimas con el pulgar y le plantó un beso en la frente: "Vamos a casa. Prepararé un té y podremos hablar como en los viejos tiempos".

"Ya he hecho la maleta". El conejito respiró con una sonrisa que se extendía en su rostro, poniéndose de pie y tomando su maleta que esperaba sobre la cama.

Los dos salieron de la habitación de la mano, susurrando suavemente el uno al otro. Era obvio que ambos estaban todavía un poco tristes, pero las pequeñas sonrisas en sus rostros sólo mostraban a Harry y Louis que saldrían adelante.

"¿Todo bien?" Preguntó Harry con una sonrisa con hoyuelos. Le encanta ver a sus amigos felices.

"Síp". respondió Liam, haciendo saltar la "p". Apretó la mano de Niall antes de agradecer al hombre de pelo rizado y salir del apartamento.

"Bueno, eso es dulce". Louis suspiró, balanceando los pies mientras se sentaba en la encimera. Sus ojos azules miraban al techo mientras intentaba evitar la mirada de Harry.

"Tú, mi pequeño, vas a limpiar el desastre que dejaste en nuestra habitación". Dijo con severidad, metiéndose entre sus piernas. Sus grandes manos se agarraron a su cintura con fuerza para llamar su atención y hacer que un gemido saliera de sus labios.

"¿Qué harías si no te obedeciera?" Intentó el sumiso, viendo como su dominante levantaba una ceja ante sus tentadoras palabras.

"Bueno, entonces recibirías unos azotes tan fuertes que mi mano quedaría impresa en ese gordo culo tuyo durante una semana".

Louis gruñó ante sus palabras, sintiendo ya cómo se le abren las bragas. Encerró sus piernas alrededor de la cintura del hombre y se abrazó a su cuello con fuerza.

"¿Puedo tener mis azotes primero?" Ronroneó, con la frente apoyada en la de Harry mientras le miraba a los ojos.

"Dios, te amo". El dominante gimió, levantándolo del mostrador por los muslos y llevándolo a la habitación para darle su merecido castigo.