Capítulo 2- Confrontación

101 3 0
                                    

            Es de madrugada, observo el cielo, la última estrella aun está ahí, miro a Amanda, sonrió para mis adentros antes de levantarme, pero siento mi saco ser jalado, mi compañera

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

            Es de madrugada, observo el cielo, la última estrella aun está ahí, miro a Amanda, sonrió para mis adentros antes de levantarme, pero siento mi saco ser jalado, mi compañera

- Noah... -sonrió con tranquilidad antes de virar y envolver mi mano sobre la suya

- Tranquila -me cuesta regañarla, es usual que ella me regañe a mí, pero no al revés, respiro hondo- Muchas gracias, gracias por lo que hiciste por mi Am... pero no puedo permitir que mi familia se arriesgue tanto por mí. -sus ojos se ponen vidriosos

- ¿Por qué los atacaste? Pudiste morir ahí -mi semblante se endurece un poco, era algo que tenía en cuenta, pero no algo que ella tomaba en cuenta

- Porque no permitiré que lastimen a mis seres queridos... la familia se protege Amanda, por esto mismo fue que termine separándome de ti

- Pero no tienes por qué estar solo, lo acabas de decir, somos familia Noah...

- Lo sé, pero...

- Ningún pero, trabajemos en equipo de nuevo, con Cristian, por favor... -me duele verla así, bajo mi cabeza antes de volver a mirarla a los ojos

- De acuerdo, pero si les llega a pasar algo y mueren, yo mismo los traeré de nuevo y los matare -Amanda no puede evitar sonreír, suelto su mano y ella me mira preocupada- Iré por Cristian, quiero saber tu estado

Es temprano, quizás no sea buena idea buscar en el comedor, pero no se me ocurre otra idea más allá de ir a buscar ahí, o de ir de puerta en puerta por los dormitorios, tengo suerte, lo encuentro tomando café en una de las mesas mientras lee un pequeño libro, de forma inmediata vira hacia mí y arquea la ceja

- ¿Descansaste un poco?

- Lo suficiente -guarda su libro en el bolsillo de su uniforme

- Amanda ya despertó, ¿podrías revisarla? -su sonrisa es demasiado cálida, me impresiona como este sujeto tiene tantos cambios y tantas expresiones, no puedo evitar sonreír también, me ofrece su café, supongo que me veo cansado, pero no me siento como tal.

Nos dirigimos hacia la enfermería, Amanda nos saluda al estar sentada

- Bueno, hora de revisarte -tomo un sorbo de café mientras me quedo recargado en la pared de la enfermería, la peli-negra se ruboriza de forma instantánea, arqueo la ceja

- ¿Qué observas? -me ruborizo de forma inmediata y doy media vuelta, el nervio me invade al no haberme dado cuenta de que la estaba mirando con fijeza mientras abría su blusa, escucho a Cristian reírse, cinco minutos pasaron

- Ya estas mucho mejor, diablos, en verdad ese ungüento es mágico algunas veces, Noah, mira -puedo escuchar el grito ahogado de Amanda a mis espaldas, la risa de Cristian y después mi risa- Tranquila, mañana desaparecerán por completo.

Los tres salimos de la enfermería con tranquilidad, pero vemos como un soldado se aproxima hacia nosotros

- ¿Qué querrán?

UltralitaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora