Gourmet. (Tokyo Ghoul)

El Angel

Que día tan bonito, los pájaros vuelan, el sol esta hermoso, y desde mi ventana veo muchos humanos apetitosos, eso me recuerda a que debo llevar uno a el restaurant... ¿Que será, que será? ¿esa bonita mujer de el puesto de la esquina? ¿ese lector de libros de calidad? ¿O debería irme por algo más... Exquisito? un famoso, por ejemplo.

Oh, esa niña, cabello morado, un aire a malvada, debería llevarla a ella, veré como es su personalidad.

-Oye niña ¿sabrás donde esta la estación principal?

-Mmm, por allá.

-Oye ¿podrías acompañarme? Me pierdo rápido

-... Ven.

En medio camino logró encontrar un callejón sin salida, oscuro, ahí quizás pueda entrar en acción.

La jalo y le tapó la boca con la mano, ella me muerde, tan fuerte que me arranca un pedazo de piel.

-¿Otro pervertido más? Por dios ¿cuantos hay aquí?

-Ya quisieras que fuera "otro pervertido" mademoiselle.

Voy hacia ella pero me golpea tan fuerte que salgo volando, me doy cuenta de sus ojos negros con la pupila roja, es otro Ghoul, creo que... Me salio mal el plan.

-Oh, eres un Ghoul, disculpeme, parece que me he equivocado de persona, adiós...

-No, ahora no te irás, estás muerto pervertido.

Una hermosa ala brota de el lado izquierdo de su espalda, un kagune digno de admirar, parece un ángel.

-¿Que estas viendo estúpido? ¿Te ilusiona el hecho de que vas a morir pronto?

-Oh discúlpeme señorita, su hermoso kagune me sorprendió, oiga, también le quiero mostrar el mio.

Ya con mi kagune activo, no hay otra opción, comienza la pelea, aunque... No creo perder contra una niña de....

-Disculpame ¿Que edad tienes?

-No es asunto tuyo.

Recibo un golpe en el estomago, seguido de plumas de su kagune siendo clavadas por todo mi cuerpo, la apartó con mi kagune, logró golpearla tan fuerte que termina el piso.

-Parece que aquí se le acaba la travesura mademoiselle.

Ella logra levantarse muy rápido y me patea, pero este golpe es suave, se ve que esta cansada, la agarro por la pierna y la lanzó lejos, decido irme lentamente mientras ella sigue inconsciente, siento miles de punsandas en mi espalda, seguido de un dolor suave a un dolor horrible, el dolor es tan agudo que no me puedo mover, esta ella al frente mio.

-Catorce

-¿Catorce?

-Esa es mi edad, pervertido asqueroso, me voy.

Que perfecto espécimen, realmente me puso emocionante el día... ¡Espera! El restaurante, oh dios se me olvido ¿ahora que haré? Calmato, mañana lo arreglare todo.