XL

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—¿Estás segura de esto?

—Deja de preguntármelo tanto, es la tercera vez que lo haces. —molesta, la miré.

Era cerca de media noche en el jardín de la casa de Dani, gracias a que sus papás casi nunca estaban todos aprovechaban para reunirse ahí por motivos tontos. ¿Cual era el de esa noche? Skylar, o sea yo, tenía el corazón roto, otra vez.

—Entonces, que fue lo qué pasó? —Sofía se animó a preguntar después de un silencio incómodo gracias a mí.

No les había contado nada más, solo sabían que Mateo y yo nos habíamos "dado un tiempo".

—Posta, es que no lo sé. Ese día se puso tan celoso de Valentín que solo decidió mandar todo esto a la mierda... —le tomé un trago largo a mi cerveza.

—Yo tampoco lo entiendo. —habló Dani por primera vez.— Pero solo dale tiempo.

—¿Tiempo para que? —preguntó Mia, ella sabía la versión completa y estaba molesta.— ¿Para darse a otras tías?

Mordí mi labio para intentar no llorar y después, con la mirada en el cielo, acabé mi cerveza.

—No creo que él sea capaz de...

Mía interrumpió a su novio.

—Lo es, todos lo son.

Después de un suspiro pesado por parte del único hombre del lugar, decidí que dormir era lo mejor.

—¿Duermes conmigo? —le pregunté a Sofía.

Ella seguía sentada en el césped húmedo mientras yo la miraba desde arriba, a mis espaldas Mía y Dani se comían a besos. No quería estar ahí, y no necesariamente porque me incomodara, si no porque todo me recordaba a él.

—Seguro. —me extendió su mano y de un jalón le ayude a reincorporase.

—Nos vamos a dormir... —giré hacia ellos, estaban ocupados comiéndose.— Sí, no importa.

Ambas caminamos por la casa oscura hasta llegar a la habitación, mientras Sofía se sentaba en la cama, yo me dirigía hacia el espejo para hacerme una trenza antes de dormir.

—¿Como estás?

—Aparte de borracha y drogada, bien. —le sonreí por el espejo.— Prefiero no pensar en nada de esto.

—Es lo mejor. —se acostó en la cama, boca abajo.

Después de un par de minutos en silencio yo asumí que ella se había quedado dormida pero preferí no preguntarle y opté por hacer menos ruido. Mientras yo seguía en el espejo, mi móvil sonó y Sofía se levantó para mirarlo gracias a que yo lo había dejado cargando a la hora de llegar.

—¿Quien es? —le pregunté dándome la vuelta hacia ella.

—Mmm... —miró la pantalla.— Maa..te..o.

Lo que me faltaba

Ella aún acostada de espaldas a mí tomó el móvil y levantando un poco su espalda me lo dió cuando llegué a su lado.

—¿Le contestarás? —interrogó ella.

Miré la pantalla y dejé que el ringtone sonara, claro que no le iba a contestar.

—No, no tengo nada que decirle. —seguí mirando el móvil hasta que la llamada se detuvo.

—Ay mi niña. —Sofía se sentó, haciendo un espacio a su lado.

—Soy una tonta. —susurré.

Miré la pantalla, tenía varios mensajes.

Golpe a golpe [Trueno] ((PAUSADA))Donde viven las historias. Descúbrelo ahora