Golpe a golpe [Trueno] ((PAUSADA))

XXXVII

-Vamos, no querrás que nos escuchen, o sí? -susurró en mí oído.

Con su otra mano tapaba mi boca intentando retener mis gemidos. Se movía lento dentro de mí haciéndome disfrutar cada mínimo movimiento.

-Eres mía, siempre lo has sido -se movió un poco para que quedáramos cara a cara, sacó su mano de mi boca y miró mis labios.- Lo sabes, no?

Penetraba lento pero fuerte, no podía contestarle porqué se me escaparía un grito.

-Contéstame mami -sus labios comenzaron a recorrer mi cuello.

-Mateo, ah.

-¿Ah qué? -habló en mi cuello.

-Soy tuya

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-Adelántate -le dije.

Él primero miró mal a Valentín y después depositó su vista en mí.

-No es como que tenga opción, o sí?

Valentín rio burlándose.

-Nos vemos en clase, anda -le di un beso en la mejilla-. Quita esa cara de pocos amigos

Me correspondió el beso y se fue.

-Tu novio es un pesado -dijo él.

-Ya tendrá sus motivos -giré para mirarle.

-Muchos según recuerdo

Me reí.

-Cállate Valentín -hice una pausa y miré hacia el suelo.- ¿Qué querías decirme, pedazo de gil?

Suspiró fuerte mientras tallaba uno de sus ojos.

-Creo que terminaré con Azul

Dejé de mirar el suelo para pasarme a sus ojos color cielo.

-No me esperaba eso -Valentín no parecía muy angustiado.- ¿Por qué? Creí que...

-Yo también creí que la quería -me ganó la palabra.- Pero las cosas no se dieron como pensaba, me tiene harto

-No seas hijo de puta -me reí.

-¿Así que harto? -una voz femenina cuestionó cerca de nosotros.

Ella estaba de espaldas a mí pero reconocí la voz.

-Azul, yo...

-No vuelvas a acercarte a mí Valentín Oliva -se escucharon los pasos, ella se fue.

-¿La cagué?

-Bastante

-Me cago en todo -se agarró el cabello desesperado.- Nos vemos en un rato. ¡AZUL! -se fue detrás de ella.

-Hombres -susurré sola.

Después de la re cagada de Valentín me fui al salón en completa soledad. Era una buena mañana gracias a que había tenido una excelente noche. Sonreí y entré para sentarme al lado de mi novio.

-¿Qué haces, guapo? -crucé mis piernas y lo miré.

Creí que solo era cuestión de tiempo para que me contestara pero no desvió la mirada de su móvil. Me estaba ignorando.

-¿Mateo?

-¿Mm? -seguía mirando el móvil.

-¿Por qué me ignoras?

-Creí que cuando decías guapo te referías a Valentín -ahora sí se dignó a mirarme.

No quería pelear así que me reí.