S T E T E R

Z O M B I E

Stiles no se dio cuenta de la mirada extraña que le estaban dando sus amigos. La manada se había encargado de cuidarlo durante todo el día sin que él lo notara, todo esto porque el chico había llegado a clases sin esa energía que lo caracterizaba. Stiles, para sorpresa de todos, había estado callado durante todo el día, perdido en sus pensamientos, fue todo tan extraño que hasta el Coach se preocupó y le preguntó a Scott si debía llamar al Sheriff para que buscara a su hijo.

El Alfa no supo que responder pero el aroma de su mejor amigo no daba ninguna pista de qué era lo que estaba sucediendo y cuando, en un cambio de clase, tocó su brazo, notó que tampoco estaba sintiendo algún dolor.

Isaac fue el que recibió el mensaje de Derek, el Alfa Hale le hacía saber que tendrían entrenamiento en la tarde y que los esperaba en la vieja mansión Hale. Cuando el rubio les avisó a todos pero el único que no respondió fue el humano, aún perdido en sus pensamientos. El resto de la manada acordó que hablaría con el Alfa para saber qué hacer con el humano.

Scott estaba comenzando a asustarse y había aprendido a confiar en Derek, después de todo, a pesar de que ambos eran Alfas, era el menor de los Hale quien cuidaba de todos y se encargaba de concretar las alianzas con las manadas cercanas.

Jackson gruñó cuando vio que Stiles parecía estar demasiado distraído como para poder manejar, a menos que quisiera morir. Tomó al chico por los hombros y lo arrastró hasta su Porche y le arrebató las llaves del Jeep que tenía en la mano para arrojárselas a Erika. Subió al humano a su coche y juntos se dirigieron hacia la antigua mansión Hale.

- ¿Qué diablos sucede? – preguntó, harto de la extraña actitud de Stiles.

- ¿Qué Nada ¿Por qué? – el lobo gruñó al ver que el humano parecía responder en piloto automático.

-Pareces un zombie – el lobo aceleró para poder llegar hasta donde estaba Derek, necesitaba que arreglara al humano.

Mientras tanto, Stiles, dejó que su mente se concentrara en la palabra "zombie".

Cuando llegaron, Jackson estacionó de forma brusca, alertando a Derek, quien vio como su beta bajaba del coche para ir hasta el lado del copiloto y bajar a Stiles en lugar de Lydia.

-Lo tienes que ayudar, se rompió – gruñó el ex Kanima, desesperado.

- ¿Qué? – el Alfa no entendía nada.

-Llegó a clases sin hablar, sin moverse más de lo necesario... da miedo, no parece Stiles – el Hale pudo notar que Jackson estaba preocupado.

- ¿Le preguntaste si le sucede algo?

-Si y dice que no pasa nada pero miente ¡Míralo! Han pasado cinco minutos y no te ha molestado – el moreno levantó una ceja al notar que su beta tenía un punto.

Miró con cuidado al humano de la manada y se dio cuenta que su mirada parecía perdida, algo raro en él. Respiró profundamente pero no pudo percibir ningún aroma extraño, solo el Adderall y el aroma natural de Stiles.

- ¿Qué dice el Sheriff?

-No losé, no le hemos dicho nada aunque creo que deberíamos llamarlo – susurró al ver que el chico se alejaba de ellos para ir a sentarse en las viejas escaleras de la casona quemada.

-Tienes razón, da miedo – admitió el Alfa.

En ese momento, Erika y Boyd llegaron en el Jeep y se acercaron a su Alfa cuando bajaron.

- ¿Dónde está Scott? – quiso saber Derek. Debían llamar al Sheriff.

-Llegué – casi gritó el Alfa menor al estacionar su moto.