S T E T E R

C O R A Z O N

🚩ADVERTENCIA: Este capítulo menciona hechos de violencia y de abuso sexual a menores, todo es ficción y repudio totalmente a las personas que hacen este tipo de cosas aberrantes. No lean esa parte si les da impresión y mantengan la discreción. Cualquier comentario fuera de lugar y que no tome en serio algo tan delicado como este tema, será eliminado. Si conoces a alguien que está pasando o es víctima de violencia y/o abuso, llama a las autoridades🚩

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Peter no era idiota. Sabía que algo estaba sucediendo con Lydia. La reconocida Lydia Martin ya no era la misma la adolescente que había conocido. Habían pasado diez años y luego de muchas conversaciones, gritos y reproches, la banshee lo había perdonado por entrar a su mente sin su permiso y manipularla para poder volver a la vida. Él podría decir que eran amigos, confidentes, compañeros de crimen. Por eso no podía entender la actitud de la chica.

Stiles también notó la tensión que había entre los dos y se sintió mal. Scott le había contado un mes antes que se había encontrado con Lydia en el centro comercial porque estaba buscando un nuevo vestido ya que Peter le había invitado a cenar. En ese momento lo ignoró, pero ahora ya no podía hacerlo, no cuando Peter parecía estar hiper concentrado en ella y Lydia lo ignoraba.

Nunca le había confesado al lobo lo que sentía por él, pero creyó que estaban llegando a algún lugar ya que pasaban mucho tiempo juntos, Peter se aseguraba de que comiera siempre que tenía mucho trabajo, lo invitaba a su departamento para ver películas, dormían juntos cuando estaban muy cansados al verlas y le hacía regalos, él, como un estúpido, creyó que lo estaba cortejando.

-Sabes, si sigues oliendo de esa forma todos van a creer que murió alguien – susurró Jackson cuando se acercó a él y dejó una copa de vino.

-No pasó nada, solo estoy pensando en algunas cosas estúpidas – respondió e intentó sonreír, pero por la mirada del lobo, no lo había convencido ni un poco.

-Sé que no debemos hablar de esto aquí pero ya sabes lo que pienso – le recordó Whittemore.

-Créeme JackJack, ahora puedo asegurar que no pienso decir nada – aseguró el humano, no cuando el amor de su vida parecía tener un gran interés en quien fue su primer interés romántico, esa mujer que parecía una diosa en la tierra.

-Ven conmigo, Ethan y yo abrimos una botella de vino y podemos entretenerte un poco – ofreció.

-Oh, Jackie, Ethan y tú son asquerosamente caliente pero no estoy interesado en un trío con mi mejor amigo – el lobo puso los ojos en blanco mientras que los pocos que habían escuchado al humano comenzaban a reír.

Scott y él todavía eran amigos, pero los años, la distancia y las constantes peleas en su adolescencia, los momentos de desconfianza que tuvo que tolerar el humano, causaron que su amistad bajara de categoría y dejaran de ser los hermanos que habían sido desde niños. Encontrarse con la noticia de que Jackson y Ethan se habían mudado al mismo edificio donde él vivía ayudó a que se acercaran cada vez más y comenzara a formarse una amistad tan fuerte como el adamantium. Para sorpresa de Stiles, Jackson, era realmente detallista y como amigo se daba cuenta de muchas cosas. Cuando tenía casos difíciles y se negaba a dormir era el lobo quien lo mandaba a la cama y le preparaba las comidas y se aseguraba de que se llevara el almuerzo a la oficina. Whittemore lo escuchaba atentamente cuando necesitaba hablar sobre sus teorías ante los casos y le quitaba el dolor si salía un poco lastimado. Ambos habían confesado muchas cosas, conocieron más del otro de lo que habrían imaginado alguna vez y pasaron a convertirse a mejores amigos, hermanos. El primer mejor amigo que tuvo Jackson Whittemore, uno al que no tenía que mentirle. Por ese motivo, y conociendo lo leal que era Stiles, se aseguraba de ser el soporte que el humano merecía.