┈─• ☁️ ♡ ָ࣪ 𝕠𝗸α𝘁ά 𖤐

erastís

La puerta de la oficina se cerró con seguro seguido de las cortinas bajando, dejando la habitación completamente a obscuras a excepción de una pequeña lámpara al centro del escritorio de Chanyeol, la cual le daría un aspecto aterrador al menor de los tres, de no ser porque su cuello estaba siendo mordisqueado lentamente con lascivia, su boca siendo besada bruscamente y su saco estaba siendo despojado de su cuerpo con una rapidez sorprendente. Sus manos temblaron ligeramente sobre el pecho del pelinegro cuando Chanyeol se restregó en su trasero, dejándole notar su gran tamaño y lo mucho que le había emocionado la idea de estar con él en un trío. Jadeó una vez que fue obligado a sentarse en la silla que hacía juego con la mesa frente a él, su saco se había perdido y Sehun trataba de quitar el de Chanyeol mientras éste seguía besando el cuello del menor.

Llevó sus dedos a la camisa de Sehun que estaba frente a él, quitándola al instante y logrando que algunos botones estuvieran cerca de desprenderse, no sólo por la fuerza con la que la abrió, si no porque el fuerte pecho y los fornidos brazos del más alto la hacían estirarse más de lo que deberían. Al instante su marcado abdomen se mostró frente a sí, su piel parecía suave y tersa y Luhan se preguntó si podría pasar su lengua para delinear cada parte de éste. Su respiración se agitó considerablemente en cuanto notó que Chanyeol también había retirado su molesta camisa y su cuerpo más grande se postró frente suyo, inmediatamente le dieron ganas de tirarse encima suyo y rogarle que entrara en él.

Ni siquiera se dió cuenta cuando no había más prendas sobre su propio cuerpo además que la delgada tela de la ropa interior blanca que había usado ese día, la cual no dejaba mucho a la imaginación. Se sentó sobre las piernas de Chanyeol sobre el escritorio, frotando su erección mientras Sehun se colocaba entre las propias, separándolas.

Las bocas de los mayores se atrajeron como imanes, pegándose bruscamente y comenzado un beso igual de poco delicado, creando chasquidos y choques, además de una imágen que sobre calentó a Luhan, quien además de seguir frotándose sobre la hombría del peliplata, coló juguetonamente sus manos al pantalón de Sehun, abriendo el cinturón, bajando el zipper y adentrando sus dedos por dentro de su ropa interior. El momento estaba siendo cada vez más caliente y cada vez estaban olvidándose más del ruido que no debían estar haciendo, sin embargo, ese día no podía salir nada bien.

- ¡Luhan! ¡Luhan, te buscan! - Ahn llamó a la puerta desesperadamente e incluso algo molesta, ya que se imaginaba lo que estaba pasando dentro de la oficina de uno de los jefes. - Es un tal Byun Baekhyun, vino a verte y no piensa irse. ¿Sabías que no soy tu secretaria para estar cuadrándote las citas? - Continuó alegando.

Mientras el regaño continuaba, sus manos salieron del bóxer de Sehun y se levantó de las piernas de Chanyeol, buscando su pantalón para colocarlo después de abotonar su camisa, o tratar de hacerlo, ya que se encontraba un poco nervioso a pesar de no ser la primera vez que casi lo descubren con alguno de sus jefes. Sus labios estaban hinchados, su cabello ligeramente revuelto, más su respiración poco agitada, estaba casi impecable, causando impresión a sus dos jefes que seguían dentro de la oficina. No les tomó importancia un momento y salió.

Una vez puso un pie afuera del cuarto, el frío pareció azotarle a pesar de estar en un clima neutral, más la temperatura de su cuerpo estaba caliente por el momento y por la vergüenza. Abrió y cerró sus ojos antes de notar que todos parecían estarle mirando con desprecio, más no le importo, ya que tomó del brazo a su mejor amigo y lo llevó casi arrastrando a su propia oficina. El contrario se quejaba con cada paso, aunque no le importó en ese momento. Llegó a la puerta y la azotó una vez que estuvo dentro.

- ¡Estaba teniendo el encuentro más caliente de mi vida! ¿Tenías que venir a interrumpir? - Preguntó en un susurro, aunque podía notarse que estaba agitado y molesto.