Capitulo XI

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Quede allí de pie congelado por el beso de Maria, si es que aquel roce de labios le podía llamar beso, las mejillas de María estaban rojas y sus ojos mirando abajo tímidamente.

-¿Que fue eso Maria?- dije anonadado, aquello era una sorpresa, pero esperaba no sentir nada con aquel beso, pero un ligero impulso eléctrico recorrió por mi todo mi cuerpo, tensando mis músculos dejándome quieto por el roce de nuestros labios.

-Lo siento, pero quería hacerlo desde hace un tiempo- seguía con la mirada abajo y entiendo las razones aquello era algo vergonzoso, repentino y muy raro.

-Tranquila de ninguna manera me molesto, pero, no se todo es muy raro- maldecí sentir de mis pensamientos -Es mejor que omitamos esto y vayamos a comer algo, se nos hará algo tarde y quiero descansar hoy bastante para tener energías mañana- quería escapar de aquella situación incomoda e ir a mi casa descansar y ordenar mis confusos pensamientos.

-Esta bien, lo siento en serio no quería aquello, no se que sucedió, l....- le interrumpí.

-Ya en serio no fue nada- mi voz tomo un tono de enojo -Vamos a comer tengo hambre- le cogi el brazo y la lleve conmigo hasta la plaza de comidas.

Era un espacio muy amplio, suficiente para ubicar unas 120 mesas quizás más, aunque era viernes en la tarde estaban desocupadas la mayoría de las mesas, busque rápidamente con la mirada una desocupada, María se limitaba ha verme y seguirme el paso, ni una sola palabra, para ella también era confuso todo esto ¿Lo tendría ya pensado? ¿Tendría esto que ver algo con aquel mensaje? "Después del día de la playa, serás mío" aquellas palabras no salían de mi mente, mañana era el día y justo hace unos instantes María me había besado.

-Bien quédate aquí- dije a María al llegar a una mesa vacía -¿Que quieres comer?

-No lo se, se me quito el apetito- murmuró ella.

-Te parece bien una pizza- sugerí, ella asintió sin decir ni una sola palabra, busque entre los locales de comidas que habían alrededor donde vendía pizza, a unos metros vi "Jeno's Pizza" camine hasta allí mientras veía aquellos cuadros donde estaban los combos.

-Buenas tardes ¿En que le puedo servir?- dijo el joven que atendía en ese momento.

-Me puede dar- me detuve pensando un rato -Bien dame 2 pizzas personales mitad hawaiana y mitad mexicana- me encantaba la mexicana lo picante era lo mío.

-¿Y su bebida?

-Dame una coca cola y un juego Hit de lulo por favor- la gaseosa no me agradaba mucho, prefería los jugos.

-Bien tome esto- Dijo el joven extendiéndome la mano dándome un cuadrado con lucecitas -Cuando empiece a vibrar y a brillar viene por su pedido.

-Gracias- tome el cuadrado y me fui a la mesa. Maria estaba quieta sin decir nada viéndome muestras me aproximaba a la mesa, aquello era intimidante.

-Listo ya pedí- mi tono era cortante.

-Gracias- respondió ella, pasaron unos minutos ella no decía nada, y yo me limitaba a ver la tv que estaba algunos metros de donde yo estaba.

-Lo siento dañe la salida- murmuro, se seguía sintiendo culpable, y aquello no me agradaba mucho quería que estuviera bien, después de todo no había realizado ningún acto de conquista durante la tarde solo aquel beso.

-Tranquila olvidémoslo, todo esta bien, estuvo estupenda la tarde, jamás pensé verte hoy menos comer pizza, si no fuera por ti ya estaría en casa durmiendo posiblemente muy aburrido, hoy me divertí- trataba de hacer contacto visual con ella pero mantenía su mirada agachada -Oye mírame- cogi su mandíbula y la eleve para que me mirara, sus ojos se fijaron directamente a los míos, las mejillas de María se sonrojaron ¿En serio le gustare? -La pase bien no te preocupes- y le dedique una gran sonrisa.

-Esta bien- dijo con un hilo de voz.

-Gracias María- me incline hacia delante y le di un beso en la mejilla, estaban calientes sus mejillas y rojas, me hizo gracia y no pude evitar reírme.

-¿De que te ríes Angel?- replicó María.

-Te ves linda y tierna con tus mejillas rojas- dije riéndome.

-Cállate Angel- dijo molesta y haciendo un mohín.

-Esta bien- en ese momento el pequeño cuadrado empezó a vibrar, lo tome y me fui a recoger la pizza.
******

-Gracias por acompañarme hoy María- estábamos en la tienda donde nos habíamos encontrado, ella dijo que no quería que la acompañara a casa.

-Gracias a ti por permitirme acompáñeme.

-No hay de que, espero que mañana sea un gran día.

-Lo será- y sus labios se curvaron formando na sonrisa, al parecer recordó algo -Lo será ya veras, te estaré esperando.

-Esta bien ya me tengo que ir, adiós María- me incline y le di un leve beso en la mejilla.

-Adios- se alejo corriendo, la vi hasta que le perdí de la vista, empece a caminar directo a mi casa estaba cansado y quería una ducha para relajarme un poco y mañana estar bien y poder disfrutar del día.

No había ninguna novedad en mi casa, deje las compras a un lado de mi cama, me duche rápidamente me puse mi pantalóneta y me tire a la cama, quede mirando al techo recordando todo lo que había pasado hoy, fue genial, María no es mala como parece ¿O es mala y solo finge? No podía confiar del todo en ella, estaba ansioso y con muchas expectativas del día de mañana ¿Que hará María? ¿Cómo se vera Juana en traje? La verdad es que María dominaba mis pensamientos en ese instante. Pensando en María y en el día que había vivido me dormí.

Ella y YoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora