Capitulo XV

115 7 0
                                    

No se si el tiempo estaba pasando, pero todo sucedía en cámara lenta y a mis oídos solos llegaban los sonidos fuertes de mi respiración y el sonido de mis pies chocando en el suelo "Juana debes estar bien" era lo único que pasaba por mi cabeza no tenía ni idea de lo que le podía estar ocurriendo pero en mi pecho una sensación de angustia había empezado a surgir era "Todo está bien" me decía a mi mismo "Ella esta bien" a cada paso que daba la adrenalina iba aumentando no sentía cansancio, cada paso que daba me acercaba a la casa de ella, quería llegar ya algo en mi me decía que las cosas no estaban del todo bien, pero trataba de converse a mi mismo de que si lo estaban.

Algunos metros me separaban de la casa de Juana, al llegar a la puerta saco la llave que semanas atrás Juana me había dado, con mis manos temblorosas como puedo introduzco dentro de la cerradura de la puerta, de mi frente al asfalto, caían las gotas de sudor, giro la llave para abrir a puerta, en el momento que esta abre saco la llave rápidamente, cierro la puerta con un fuerte golpe y corro hacia las escaleras guardo rápidamente la llave en uno de mis bolsillos de mi Jean, siento que mi corazón late a mil, "Juana ya voy por ti" Ultimo escalón, cuatro pasos, puerta abierta imagen desconsoladora.

-Juana no abre Ángel, algo le ha pasado, desde ayer esta asi no soporto verla así- la voz de Alejandro, una voz diferente a la que habia oido antes, quebradiza, inquieta, preocupada, sus ojos expresaban la preocupacion que tenia, estaba tirado al frente de la puerta del baño del cuarto de Juana, no sabia que hacer.

-Esta bien Alejandro, gracias por avisarme- me tranquilice aunque mis manos temblaban, y el sudor caía por mi frente -No quiere abrir no queda de otra- me puse en frente de la puerta camine en dirección contraria lo mas que pude, tome aire y corrí lo mas rápido que pude directo a la puerta, salto a pocos metros de la puerta y con ambos pies golpeo la puerta, esta hace un fuerte ruido, pero no se abre del todo.

-Maldita sea- digo cuando caigo al suelo golpeándome con este.

-Esta dificil abrir la puerta- dice Alejandro.

-Juntos podremos- digo levantándome -Ven- Ambos nos ubicamos frente a la puerta -Cuando cuente 3 le das con todas tu fuerza una patada a la puerta ¿Vale?.

-Esta bien- responde Alejandro.

-1, 2 y 3- grito y ambos golpeamos la puerta, esta inmediatamente se abre y piensas de la cerradura de esta salen volando cayendo por el suelo, provocando los posibles últimos sonidos que se iban a oír allí.

Juana estaba tirada en el suelo, sus muñecas y piernas rojas, hilos de sangre recorrían sus manos, su ropa y el suelo del baño, dejando una gran mancha de roja en este.

-¡Juana!- exclamó Alejandro -Prometiste que no lo harías- su voz desesperada me llenaba de un sentimiento de desasosiego e intranquilidad- ¿¡Por que Juana!?- Alejandro se cubrió la cara con sus manos y podía oír sus quejidos, lagrimas salían por entre sus dedos y sus sollozos eran los únicos que podía percibir.

¿Que podía hacer? Si yo era el mismo culpable del sufrimiento de Juana, y desperté sus inseguridades y miedos y este era el resultado, ella no merecía sufrir por mi, yo no debí fallarle de tal modo ¿Que podía hacer? Devolver el tiempo era imposible ya no podía arreglar nada ella estaba allí, inconsciente sin mover ni un solo músculo de su cuerpo, empapada de su sangre que se desbordaba de sus cortadas hechas por ella misma con cuchillas. No podía quedarme allí presenciando aquella escena, la vida de Juana dependía de nosotros ahora, todo era cuestión de tiempo, no sabíamos cuanto tiempo Juana llevaba allí tirada en el suelo, teníamos que hacer algo y era urgente.

-Alejandro ¿Que tan lejos de algún hospital?- preguntó sin demostrar ningún rastro de alguna emoción en mi voz.

-Tal vez a unas 20 o tal vez menos, no lo se- responde el con la voz entre cortada.

-Vale ¿Tienes la dirección?- Alejandro asiente y como puede se levanta del suelo, con sus manos temblorosas busca en el cuarto unas hojas un lápiz y escribe la dirección.

-Toma- dice Alejandro entregándome la nota en las manos, le hecho un vistazo y trato de memorizarla.

-Esta bien, nos vemos Alejandro gracias por avisar- salgo por la puerta de la habitación de Juana despacio, repitiendo mentalmente la dirección del hospital en mi cabeza.

-Oye espera ¿La llevaras caminado? ¿Puedes hacerlo?- grita Alejandro desde la puerta de la habitación de Juana mientras yo bajo las escaleras.

-Alejandro, no subestimes a un hombre enamorado- con Juana en brazos abro la puerta y salgo de la casa -Cierra, y por favor limpia el desastre, adiós- Con todas mis fuerzas, aferro a Juana a mi y empiezo a correr con ella en mis brazos, solo quería llegar al hospital y que Juana mejorara, el cuerpo de Juana era ligero, facilitaba las cosas, aunque mis piernas las deje de sentir, mi respiración aumentaba considerablemente, pero no podía rendirme ni descansar, la vida de Juana estaba en peligro y el tiempo era el mayor enemigo.

Mis ojos miraban los pequeños letreros de cada calle en la que estaba la dirección, era la única manera de lograr ubicarme y conseguir llegar al hospital, por suerte no estaba muy lejos al menos mi cuerpo no sentía el cansancio, mi mente estaba trabajando solo para llevar a Juana allí, era la mujer que amaba, la cual quería hacer feliz pero que por mis estupideces defraude, le falle y la lastime, no la quería perder, y esta era la única manera en que podría ayudarla. Después de correr entre cuadras, al fin podía ver el hospital, faltaba poco "Juana estarás bien" dije mentalmente, corrí con todas mis fuerzas hasta llegar a la puerta del hospital y lograr entrar.

-¡Por favor! Alguien ayúdeme- grite con mis últimas fuerzas, mis piernas me temblaban, pero no podía decaer. Rápidamente unos enfermeros se acercaron con una camilla y colocaron el cuerpo de Juana sobre esta, y vi como se la llevaban, mientras intentaban decirme algo sin embargo ya lo había logrado no escuchaba nada y mis ojos se cerraban, mis piernas temblorosas no soportaron mas, y caí.

Ella y YoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora