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-¿Que tal ella?— señalo a una de las come libros sentadas en los asientos de adelante

—Momo, el punto es que le moleste— le dije seria —No causarle gracia.

— ¿Y cómo sabes que a la que elijas, te seguirá el juego? — pregunto

—Ya lo veras...— conteste segura, Nadie en sus cinco sentidos rechazaría una cita con Minatosaki Sana.
— ¿Ella?— pregunto señalando con la mirada a una de las miembros del equipo de fútbol americano

—No lo sé... tal vez si— volteé hacia la puerta y cambié de opinión
— ¿Por qué no ella?— dije mientras seguía con la mirada a un chica, que para ser sincera jamás le había puesto atención.

— ¿Ella?— pregunto incrédula

-Si... es todo lo contrario a Mina— jeans negros ajustados, camiseta básica blanca, chaqueta negra de cuero. — ¿Quién es ella?— pregunte ya que como anterior mente dije, jamás le había puesto atención y vaya que era atractiva.

—Olvídalo... ella no te hará caso ni en un millón de años...— contesto sonriente

—Momo nadie me rechaza...

—Ella sí... como puedes ver, no le agradan las 'florecitas' como tú— ¿me había llamado florecita?

-¿Y cómo sabes tú eso? — no podía ser cierto, esta caería igual que las demás.

— ¡Sana es lógico!— me contesto —Conduce una motocicleta, usa chaqueta de cuero— describió — ¡Tu usas tacones hasta para el colegio!— podía tener un poco de razón —A kilómetros se nota que no son compatibles, le puedes preguntar hasta a un chico y él te dirá "claro no son compatibles".

—Momo, no me voy a casar con ella— reí —Solo digamos que la quiero por unos días, no necesitamos ser compatibles.

-Piensa lo que quieras, pero cuando te rechace no te ayudare en el 'plan de venganza' en contra de ella...

— ¿Cuando me rechace? — pregunte indignada

—Oh claro que lo hará

—No lo creo...

— ¿Quieres apostar? — sonrió

— ¿Cuánto quieres perder? — le conteste segura
— ¿Cuánto? — soltó una carcajada —Hagámoslo más interesante— la miraba atenta —Si tu ganas yo...— dijo para que yo completara la oración

-Si yo gano...— pensé que sería lo que tendría que hacer —Si yo gano, harás todos mis trabajos finales— eso me basta y sobra. Los trabajos finales son bastantes y la verdad detesto hacerlos. Así que sería un buen castigo para la bocona de Momo.

—Y si yo gano— dijo ella sonriendo perversamente —Harás hasta lo imposible por convertirte en la mejor amiga de Nayeon...— rayos, ahora mi 'castigo' no era nada comparado con el suyo —Y si ella se niega, insistirás hasta lograrlo— sonrió —Le rogaras, le suplicaras, le imploraras...

—Cállate ya entendí— le conteste seria

-Bien— contesto tendiendo su mano hacia mí —No te daré fecha límite, ya que seguramente te dirá que no a los dos segundos de que comiences a hablar, así que seguro te cansaras y dirás "Oh Momo tienes toda la razón eres la más lista y grandiosa chica y ahora me voy a buscar a mi mejor amiga Nayeon"— dijo fingiendo una aguda voz

—Te quiero Momo... pero eres una idiota— le dije riendo tomando su mano antes de girarme ya que al fin el maestro había entrado a la aula.

**

-¿Cuál será su nombre?- ahora que recién sabia de su existencia, la verdad me intrigaba. Era bastante guapa como para pasar inadvertida ante mis ojos.

Gire mi cabeza para poder verla, pero una pequeña bola de papel golpeo mi cabeza, gire aún más para aniquilar con la mirada a Momo, quien solo moviendo los labios me dijo 'léelo'. Tomé el papel y lo extendí para poder leer el contenido de este. 'No te hará caso. Jaja' reí al leerlo, tomé un bolígrafo y escribí: '¿Por qué no mejor vas comenzando con mis trabajos finales?' Volví a hacerlo bolita y lo lancé hacia atrás con la mera intención de golpearla.

La clase paso más que lento, no había materia que detestara más que Historia ¿De qué sirve? ¿De qué sirve memorizar tantas fechas? Fingía ponerle toda la atención del mundo al maestro que no paraba de hablar.

—Chicos la clase de hoy ha terminado—  anuncio en cuanto el grandioso timbre entro en acción.

Todos inmediatamente comenzaron a guardar sus libros y se abalanzaron hacia la puerta, espere un poco ya que mi objetivo, parecía estar escribiendo un mensaje en su celular. Tomo su mochila y comenzó a caminar hacia la puerta, así que yo camine para toparme con ella.—Hola...— salude con mi mejor sonrisa. –Wow, de cerca es aún más guapa- pensé. Su cabello era de un hermoso negro. Sus ojos color marrón, su mirada era dura e indiferente. Su piel ligeramente bronceada estaba estratégicamente decorada por pequeños lunares que bajan desde su cuello hasta un poco más arriba de sus pechos. Pero lo que me llamo la atención fueron sus labios rosados, perfectamente definidos, un grosor excepcional con la humedad exacta para hacerlos brillar y hacerlos el doble de provocativos. —Soy Minatosaki Sana— tendí mi mano hacia ella.

-¿Ah sí?— dijo con un dejo de emoción –Momo eres una estúpida- pensé victoriosa –Tanto como pensar que me rechazaría- sonreí ante el dulce tono que uso —No me interesa...— cambio drásticamente su 'dulce' tono por uno totalmente frio.

Me saco la vuelta y salió por la puerta con largos pasos. — ¡Pero qué diablos fue eso! — estaba que escupía fuego.

—Te lo dije...— Momo canto en mi oído

—Seguro que tú le dijiste que me ignorara— era totalmente imposible que un alguien se negara ante mis encantos.

-Sana acéptalo no tienes oportunidad con alguien como ella— soltó una carcajada pasando su brazo sobre mi hombro. —Te recomiendo que te rindas...— beso mi mejilla —Por ahí escuche que Nayeon ama los dramas.

— ¿Y eso qué?— le pregunte mientras caminábamos hacia la puerta

—Bueno si serás su mejor amiga, debes saber cosas sobre ella— estaba por volver a soltar una carcajada, pero con la mirada le advertí que no lo hiciera.

-Escúchame Hirai Momo— le dije seriamente —Ella será mía...— presioné con mi dedo índice en su pecho. —Y se va a arrepentir de esto...— me refería a lo de hace unos momentos.

—Pareces segura...— hizo esa sonrisa malvada, retórica y engreída

—No parezco...— copie su sonrisa —Lo estoy

Me, Myself & IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora