Íbamos ya de regreso a casa de los Zhou, después de pasar prácticamente la mitad del día en los juegos de la heladería. Mi celular comenzó a sonar, escarbé en el desorden que había en mi bolso hasta que lo localicé. Era el número de mi casa.
—¿Hola?
—Señorita Minatosaki —se escuchó del otro lado de la línea —Su madre pregunta a qué hora llegará.
—Dile que no llegaré —contesté seria y noté como Tzuyu me veía y luego regresaba su mirada al camino —Dile que me quedaré en casa de Momo—Nancy, una de las encargadas de la casa, tapó la bocina y escuché como le repetía mis palabras a mi madre, quien apuesto todos mis vestidos a que estaba perdida en su laptop y hablando por su celular.
—Dice que está bien que tenga cuidado —ahora necesitaba hablar con Momo. Colgué y mantuve presionado el uno. Era la marcación rápida para Momo, llevé mi celular a mi oído.
Pov Tzuyu
¿Con esa facilidad la dejaban quedarse en casa de Momo? Se la había pasado todo el día fuera y porque simplemente no le apetecía llegar a su casa no lo hacía.—¿Momo? ¿Dónde estás? —dijo pasando una de sus manos por su cabello —¿Me puedo quedar en tu casa hoy? —preguntó y volteé a verla, una sonrisa se coló por sus labios. —Gracias —dijo entusiasmada —Ahorita nos vemos —presionó el botón rojo. Una vez más volteé a verla, ella también volteó y me sonrió arrugando la nariz. Regresé mi mirada al camino.—¿Y cuándo vendrás de nuevo? —le preguntó Minju a Sana al momento que se despedía.
P-pues, yo... —balbuceó y levantó su mirada buscando la mía —Pues cuando tú me invites —le dijo sonriente.+
—¡Ahora! —Tzuyu comenzó a saltar —Quédate más, ¿sí?
—Sí, dile Jinnie—pidió Yeojin.
—No niños —dijo con un tierno tono de voz —Es tarde, y mañana tienen colegio al igual yo —les explicó, pero era imposible hacerlos cambiar de opinión.—Entren ya —les dije y ambos voltearon a verme ¿tristes?
—Está bien —dijeron al unísono, ambos dieron un beso en la mejilla de Sana y caminaron enfilados hacia la casa.
—Bueno... —alargó caminando hacia su auto —Adiós Zhou —¿Qué? ¿Así nada más? ¡Mierda! ¡Eso es! ¡Eso es lo que precisamente odio de ella! En un momento es una y en pocos minutos ya es otra. Caminé detrás de ella y cuando intentó abrir la puerta puse mi brazo y volví a cerrarla.
-Se puede saber qué haces? —preguntó dándose la media vuelta.
—No dejaré que te vayas —dije firmemente acorralándola poniendo mis brazos a sus costados, ella abrió sus ojos como platos —No hasta que me prometas que no saldrás con Jeongyeon.
—¿Y por qué habría de prometerte eso? —frunció el ceño —¿A ti qué te importa si salgo con ella o no?
—Sólo no quiero que salgas con ella —ni siquiera yo sabía el porqué de mi petición.
—¿Celos? —preguntó tratando de provocarme, no le diría lo que quería escuchar.
—Sabes de sobra que no.
—Lo que yo sé es que te mueres de celos de que salga con Jeongyeon pero no tienes el suficiente valor para decirlo —te está provocando Tzuyu, no caigas
-¿Lo ves? —sonrió macabramente —Te gusto...—subió sus manos lentamente por mis brazos hasta mi cuello —Incluso sé que dices que soy linda —gracias Minju.
—N-No.
—Por favor Tzuyu —me interrumpió con fastidio —Deja de hacerme perder el tiempo y deja de perder tu tiempo —forcejeó tratando de hacerme a un lado pero no logró ni moverme un centímetro.
—Dejaré de hacerte perder el tiempo hasta que me digas que no saldrás con Jeongyeon —insistí, simplemente no quería que lo hiciera.
—¿Por qué Tzuyu? —gritó molesta.
—Porque no quiero que salgas con ella.
—¿Qué? ¿Ahora tú me dirás con quién salgo y con quién no? —dijo irónicamente. Realmente quería salir con Jeongyeon.
—Así es —sonreí.
—¡Ah! ¿Y se puede saber con quién sí puedo salir?
—Con nadie —la acorralé aún más, pero esta vez puse mis manos sobre su cintura y sin darle tiempo a reclamarme algo uní nuestros labios. Por primera vez, se negaba a corresponderme. Uní nuestras frentes dejando de besarla y subí mi mano a su cuello.
—No te creo en lo absoluto que quieras salir con ella —mentí. Tomó mi mano y la quitó.
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Me, Myself & I
Fanfiction¿Quién es ella?- pregunté, ya que como anteriormente dije, jamás le había puesto atención y vaya que era atractiva. -Olvídalo... ella no te hará caso ni en un millón de años...- contestó sonriente -Momo nadie rechaza... -Ella sí... como...