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-Hola —escuché detrás de mí y pensé, ¿Mina? ¿Ya comienzas a extrañarme?

—Hola —contesté sin importancia.
—¿Cómo has estado?

—¿Te interesa?

—Vamos —alargó —No me trates así —dio dos pasos hacia mí —¿O tu nueva novia no te deja hablarme?

—No tengo ninguna nueva novia y si te trato así es porque yo quiero —enarcó las cejas.

—Ah sí, entonces esa...

-Mi amor —los tacones de Nayeon sonaban por todo el pasillo —¿Qué haces hablando con... ella? —dijo con un gesto de repulsión.

—Nada cariño —le dio un beso en la mejilla y ambas se fueron. ¡Asco! Terminé de guardar mis cosas en el casillero y de sacar los libros que necesitaría para la siguiente clase. Me viré y me sorprendí al ver a una chica de cabello castaño frente a mí.

—Hola —sonrió tímida.

—Hola —sonreí levemente.

—Jeongyeon —se presentó.

—Sana.

-Sí, lo sé —río tímidamente —Oye yo... que-quería saber si... tal vez tú y yo... —tartamudeaba —Bueno, si a ti te gustaría... salir conmigo —finalmente terminó la oración.

—Claro —contesté mirando sus ojos color miel.

—¿De verdad? —dijo sorprendida —¡Genial! —sonrió de oreja a oreja —¿Este viernes está bien?

—Sí, está bien —contesté tratando de sonreír. No me agradaba mucho la idea de salir con la tal Jeongyeon, pero ya veremos cómo reacciona Tzuyu y por ende Mina.

Última clase, Álgebra. No había nada más aburrido que esto. El maestro simplemente no dejaba de hablar y de escribir en el pizarrón, sin duda era un tormento.

Volteé hacia las últimas filas y ahí estaba Tzuyu. Su mirada estaba enfocada en el pizarrón, pero no estaba prestando atención. Estaba más bien perdida.

Fui a las últimas hojas de mi libreta para recortar un pedazo, tomé mi pluma rosada y escribí "Am, ¿sí me prestarás a tus hermanos?" giré hacia el maestro para asegurarme de que no fuera a verme y lancé la pequeña bola de papel, logrando que golpeara su mejilla para después caer en el piso. Bajó su mirada para identificar lo que la había golpeado. Lo recogió del piso y la extendió para poder leer el contenido. Escribió y me regresó el mensaje "No queda de otra, y deja de llamarme Am".

***

Toqué el timbre y en menos de diez segundos se abrió la puerta, dejándome ver la perfecta anatomía de Tzuyu.

—Wow —arrastré la expresión —Tú sí que eres una bipolar —le dije ya que apenas me vio, rodó los ojos como si mi presencia le había arruinado el día.

—¿Pasas o te quedas afuera? —su tono de "te detesto" había vuelto.

—Mejor espero afuera —contesté cambiando mi tono a uno más duro como el suyo.

—Como quieras —se dio la media vuelta, pero al parecer se arrepintió y volvió a voltear hacia mí —¿Por qué saldrás con Jeongyeon?

-Pues porque... —estaba por responderle pero no lo hice —¿Tú como sabes eso? —di dos pasos acercándome a ella.

—Ella me contó —contestó de mala forma. Rodeé los ojos. El plan era que se enterara después de haber salido con Jeongyeon.
—Pues sí... sí saldré con ella—le respondí y me di la vuelta dándole la espalda.

—No respondiste lo que te pregunté —pensé muy bien lo que iba a decir y nuevamente giré hacia ella.

—Creí que no te interesaba lo que yo hacía.

-No me interesa —río amargamente —Sólo que creí que habías dicho que era más fácil contactar al presidente que obtener una cita contigo —aún lo recordaba.

—Lo sé —contesté sonriente —Pero decidí tomar tu consejo —yo también recordaba sus palabras.

—¿Cuál consejo? —preguntó sin entender.

—"Porque no nos haces felices a las tres" —frunció su ceño —Así que no te molestaré más, terminamos el trabajo y no habrá nada que nos relacione —ya nada podía salir mal, estaba arriesgando demasiado al decir esto. Cruzaba los dedos para que todo saliera como lo había planeado.

—Perfecto —¡Mierda! ¿Así nada más? ¿Ni un poquito de celos? Perfecto Sana, te tiraste sola a la hoguera

Me, Myself & IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora