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Capítulo seis:

H: hipócrita.

Hoy volvió, y creí que todo estaba bien. Regresó gracias a Langa y sus poderes mágicos sobre el pelirrojo. Era casi irreal la manera en la que se arreglaron, llegando a mis oídos de forma directa por parte de Reki sus palabras: "patinaremos juntos infinitamente".

Reki, ¿es esa otra promesa vacía? Una mentira disfrazada de esperanza, saliendo de tus labios con una credibilidad increíble que si esas palabras fueran dirigidas hacia mí, las compraría sin dudar ni un segundo.

Estaba aliviado por el hecho de que el chico volviera a patinar, se notaba que tenía una pasión por el skate. Pero un sentimiento amargo me invadía de forma progresiva y lenta todo el cuerpo. Envidia.

¿Por qué no quiso volver cuando yo se lo pedí? ¿Qué tiene él que yo no? ¿Qué hay de mí? Yo también quiero ser feliz a tu lado.

Los celos mezclados con la inseguridad era una de las peores combinaciones que había experimentado en mi corta vida. Padecer de celos se sentía como algo tóxico y sucio. Sigovarado esperando a que me diga algo, estoy aquí, dudando, de si algún día las palabrasque me dijiste fueron reales.

¿Acaso me gustaba Reki? No lo creo. Entonces, ¿por qué sentía celos ante la situación de él y Langa arreglándose?

Porque yo también quería poder cambiar para bien la percepción y la situación emocional de alguien. Que una persona confiara tanto en mí, que con un simple juego de palabras su día se sintiera completo de nuevo.

Yo también quiero ser un amigo así, y tener un amigo que crea en mi ciegamente. ¿Acaso era mucho pedir?

Me sentía un completo hipócrita al recibir a mi manera a Reki al verlo volver junto a Langa. Mi cabeza estaba dividida en dos sentimientos completamente distintos.

"Supongo que el slime es tan pegajoso que es difícil perderlo". Genial, insultar para bloquear el dolor es una genial manera de hacerlo, Miya. Felicidades por tu inmadurez.

"¡Miya! Yo también te extrañe". ¿Por qué no volvías, entonces? No es tan difícil de entender, Kyan. Un simple mensaje hubiera hecho la diferencia.

"No des por hecho que yo lo hice". Una sonrisa junto a un ligero guiño fue lo que pude procesar antes de ver a Reki acercarse a JOE, entablando rápidamente una conversación con el peliverde como si nada hubiera sucedido hace unos días.

No me puedes hacer esto, Kyan. Sonreírme de esa manera solo me hace más difícil enojarme contigo, aun si tú no lo sabes. Está mal sentirme traicionado por ti por el simple hecho de tener una persona como Langa tan cercana a ti.

Pero entiéndeme, no tengo a nadie más. Ustedes son lo más cercano que tengo a amistades, todavía no entiendo cómo funciona esto.

No debo pensar tanto, soy importante para el y es mi amigo. Esto solo fue un colapso. Él volvió a brillar, pero la luz ya no iba para mí (ni para nadie más), solo para aquel chico canadiense. Pero, lo importante es que Reki es feliz.

Y yo, yo sigo estando. Hoy sigo estando para ti, Kyan.

! Colapso - Kevin Kaarl.

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