Fantasies - Eremika One Shots

Contacto

Eren
Había muchas veces donde el estar nosotros bastante cerca era un poco incómodo o era muy difícil el poder estar en paz.
Como la vez donde presenciamos la muerte de Hannes-san. Cuando Mikasa empezó a abrirse y soltar los sentimientos que ella tenía hacia a mi, confesándose de una manera un tanto indirecta, no pensaba que en algún momento nuestras caras estarían tan juntas... si, si quería acercarme un poco más hasta rozar nuestros labios, no obstante, no era el momento adecuado. Pudiéramos haber muerto de haber juntado nuestros labios, y aun así el haberlo hecho no me hubiera permitido haberlo hecho una vez más por el peligro en el que estaban nuestras vidas en aquel momento.

El empezar a dar muchas indirectas desde aquel entonces se convirtió en una pequeña rutina, al menos para mí. Claro, lo hacía a mi manera y espero que haya captado las veces donde... intentaba coquetear.

Mikasa
Muchas veces ocultaba la verdad acerca de mi comportamiento con Eren. Al decidir el límite de vidas por las que me preocuparía, y el decidir cuál sería la principal que protegería... a veces intentaba no prestar más atención a los asuntos del corazón que tanto me afectaban.
Sin embargo, también muchas veces deseaba que se enterara de todo, era una lucha conmigo misma.

Eren
El primer "contacto" de esta manera fue cuando empezamos a ser reclutas.

Practicábamos defensa personal, hasta que hicimos equipo. Desgraciadamente yo fui quien cayó primero, no hay que explicarlo, nadie ganaba contra ella.
En sí fue algo muy rápido, pero se que ella también sintió en cámara lenta el momento en el que caía al suelo, cuándo nuestras miradas se entrelazaron junto con nuestras manos, sus manos intentando "detenerme" en esa práctica. Nunca había sentido un tacto así de suave en toda mi vida.
Esa noche no podía dormir pensando en aquel momento que cualquiera pensaría que era insignificante.

Mikasa
También recuerdo la vez en la que ayudaba a Sasha a robar comida en la madrugada, lo encontré saliendo de los baños cuando alguien se acercaba. Sasha logró huir pero yo no, el me rescató en cierta forma.
Al estar saliendo de los baños y volver a cruzar miradas mientras los pasos de aquella persona se acercaban, me tomó fuertemente del brazo y me jaló hacia el, metiéndome al mismo tiempo en el baño.
Su brazo estaba al frente de mi en señal de que no me moviera, me ocultó hasta que todo fuera seguro de nuevo. Llegaba a percibir el latir de su corazón acelerado, al estar en un silencio inmenso se podía escuchar con claridad.
Algo tonto, pero una memoria tonta que sé que él también no la ha olvidado.

Eren
Ocurrió el día cuando regresábamos de la junta con Historia, decidiendo su futuro, hijos, legado, etcétera.
Todos nos molestaban con la marca de su clan que tenía escondida en su muñeca, al ser el único sabiendo este hecho, todos vinieron encima nuestro durante todo el día. Gracias a Historia por no haber guardado muy bien el secreto, aunque solo se convirtió en un rumor que tomaron muy en serio, agradezco que nadie lo corroborara.

Era de noche, nos encontrábamos cenando, cuando mis impulsos ganaron otra vez, hace mucho no sentía el contacto de nuestras manos juntas.
Decidí bajar mi brazo a la altura del asiento ya que lo tenía recargado sobre la mesa, siempre se sentaba al lado de mi, su mano recargada en el asiento... era el momento perfecto para poner la mía sobre la suya.
No pude dormir esa noche de nuevo, me arrepentía por ser tan espontáneo, aunque, el recordar su rostro de sorpresa en aquel momento y el como se nos hacía cómodo estar así, no podía evitar sonreír.

Mikasa
El momento en el que me lastimé las costillas por culpa del titán, del cual Jean me salvó.

Lo poco que recuerdo fue como Eren nunca se fue de mi habitación, esperando a que me recuperase.
Lograba escuchar las conversaciones en mi cuarto con Armin en aquel momento, escuchaba el como se arrepentía de no haberme salvado.
— Lamento tanto no poder cumplir la promesa de protegerla, si supiera el cuánto me preocupo por ella...— fue lo único que logré recordar.

Puede que si, sean pocas las anécdotas de estos momentos que marcaron el inicio de una nueva manera de vernos el uno al otro, pero aún así, siempre agradeceré el que hubieran pasado.