Botella

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Cuando vean este signo "*" reproduzcan la canción que les dejo. (When te party's over - Billie Eilish).
(Parte 2)

Mikasa
Mi cabeza seguía dando vueltas y vueltas por la curiosidad que me daba el saber que dijo Eren, por lo que dijo Armin... no quiero hacerme ilusiones tan hermosas con él.
"Eren tenía cosas muy guardadas acerca del amor". ¿A qué se refería?

Decidí ir en busca de mi buen amigo Armin, hay dudas pendientes que responder. Afortunadamente lo encontré en un instante, además de que Eren no se encontraba cerca.
— ¿Qué sucede Mikasa?
— ¿A qué te referías con lo que dijiste?
— ¿Hm? ¿Sobre qué?
— Sobre Eren...
— ¿Sobre lo del amor?
— Si.
— No puedo decirte mucho, no quiero arruinar la sorpresa.
— ¿Le gusta... alguien? — pregunté un poco preocupada.
— Si, pero, se podría decir que no le gusta, está perdidamente enamorado. — en su cara se veía que había dicho más de lo que debería. — B-bueno yo... tengo que ayudar al capitán Levi, nos vemos luego. — se retiró apresurado.
Con que Eren está "perdidamente enamorado"... que bueno... me alegro, supongo. Si él así es feliz por fin, podré estar más tranquila, aunque no es necesario añadir la tristeza tan profunda que siento en mi pecho en estos instantes... Creo que sería mejor distraerme un poco.

Eren
Me encontraba disfrutando del horizonte antes de irnos al día siguiente. Mi mente me atormentaba cada vez más, necesitaba un tiempo a solas, solo yo y el mundo a mis pies.
Un buen rato estuve así, con la mente totalmente en blanco y sin la cabeza más pesada, pero llegó él.

— ¡Eren! — llegó él cabellos dorados corriendo y muy cansado hacía a mi. — Te estaba buscando.
— ¿Qué sucede? — dije un poco molesto.
— Tienes que hablar con Mikasa. Antes de que preguntes el porqué, solo lleva dos botellas de vino contigo cuando hables con ella, tal vez ayude a armarte de valor.
— Armin, no me encuentro en condiciones para hablar con ella.
— Lo sé todo.
— ¿A qué te refieres?
— Sé que la amas.
— Te equivocas Armin.
— No, no me equivoco — cielos, que directo. — Ayer... le dijiste todo lo que pensabas sobre ella estando ebrio, por lo que ni tú ni ella recuerdan algo. Ahora díselo.
— ¿Q-QUÉ?
— S-solo ve y no lo hagas más difícil, por favor.

Lo que me faltaba... tenía planeado escapar para hablar con Zeke, y me salen con esto.
— Armin, necesito de tu ayuda. —mientras Armin se retiraba, frenó y vino hacia a mi con un brillo en sus ojos. — No pienso verla a la cara de nuevo... pero antes de que empieces, sabes que eres muy bueno con las palabras... por lo que necesito- — fui interrumpido.
— Ya sé a donde va esto... acepto ayudarte.
— Empecemos ahora, ¿puedes traerme una hoja y un bolígrafo?
— Claro, no tardo.
En qué lío acabo de meterme. ¿Dios? ¿Diosa Ymir? Ayúdenme a sobrevivir.

Minutos más tarde, comenzamos a escribir. En resumen, tardamos horas.
— No quise ayudarte tanto, no quería editar tus palabras Eren. Solo quise ayudarte a organizar tus ideas.
— Está bien, gracias, Armin.
— Oye, no estes tan nervioso.
— ¿Por qué estaría nervioso?
— Estas temblando.
Armin me deseó suerte y se retiró, dejándome solo con la carta. Quise mentalizarme, aunque no sirvió de mucho.

Entré a la carpa y solo encontré a Jean.
— ¡Jean!
— ¿Qué quieres? — dijo acercándose a mi.
— ¿Sabes donde se encuentra Mikasa?
— Claro, vengo de estar con ella... — supo que no tenía caso intentar "provocarme". — Está fuera del campamento, donde está el puente, dijo que no tardaría en regresar.
— Gracias Jean. — le di una palmada en el hombro, y salí corriendo a buscarla.

Mikasa *
Me encontraba en el puente, mirando al horizonte extrañando nuestro hogar, hasta que de nuevo mis momentos filosóficos fueron interrumpidos por él.
Se encontraba... bastante tranquilo, pocas veces lo veía así. Mientras se acercaba a mi veía en sus ojos el sentimiento terrible de preocupación.
— Con que... aquí estabas.
— ¿Qué ocurre Eren?
— Vine a traerte una botella de vino.
— No tardaba en regresar, aunque no pienso tomar de nuevo.
— Si.., yo tampoco pero dijeron que cada uno se quedara con una botella. — "tengo que practicar las excusas" pensaba Eren.
— Ya veo... gracias.
— Tengo que volver, no tardes. — regresó a pasos rápidos, intenté seguirlo con la mirada pero desapareció de mi vista segundos después.

Al tomar la botella, me percaté que estaba demasiado liviana, no contenía ningún líquido, pero si un pedazo de papel enrollado hasta el fondo de esta.

Destapé la botella y saqué el pedazo de papel, la hoja era tan delicada y hermosa que la desenrollé con más cuidado. Decidí leer lo que contenía a la luz de la luna.
"Mikasa,
Espero... te encuentres bien, sin ninguna preocupación o duda que te atormente en este instante, en serio deseo que tu mente se encuentre en un estado de paz para siempre, nunca me ha gustado verte tan agobiada, y espero nunca te encuentres así de nuevo.
Esta carta puede que sea demasiado repentina, pero era necesario escribir lo que era importante decirte.

Recuerdo la primera vez que te vi. Una niña pequeña tan asustada, tan perdida y agobiada, la cual nunca mereció sufrir desde tan temprana edad. Y ahora, lo único que veo, es una mujer seriamente capaz de realizar cualquier cosa y afrontar lo que se atraviese en su camino lleno de esperanza.

El propósito de esta carta tiende a que propuse hacerme la misma pregunta; "¿Qué eres tú para mi?".
Difícil y al mismo tiempo tan fácil de responder. Eres la persona más importante en mi vida, la persona por quien me preocupo más, la persona que ocupa una gran parte de mi corazón, la persona a quien amo y a quien le dedicaría mi felicidad junto con mi libertad, y mi vida entera.
Deseo ser una persona igual de importante en la tuya, me consideres familia o no. Y deseo ser en lo primero que pienses al despertar y en lo ultimo en que pienses al dormir.

Nos vemos pronto Mikasa,
Eren."

Solo sentía lágrimas y lágrimas recorrer mis mejillas, mientras mi vista se nublaba salí corriendo a buscarlo hacia el campamento.
Llegué demasiado tarde, todos se encontraban tan angustiados buscando por todas partes donde Eren se había metido, sin saber que había escapado.
Mientras yo seguía intentando recobrar consciencia mientras menos lágrimas salían de mis ojos.
— ¡Mikasa! ¿Te encuentras bien? ¿Hablaste con Eren? — dijo Armin.
— Si... aunque tengo la misma duda de siempre... ¿por qué siempre huye de nosotros? Si lo único que quiero, es estar a su lado.

Fantasies - Eremika One ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora