¿Quién está celoso de quién?

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Me acerque a Ylönen. Seguía desmayado.

- Quien lo diría. Te impresionó más que lo confirmara Alexander.

Lo levanté como si fuera una almohada.

- Bajame - me ordenó al notar que lo cargaba.

- Sabes que puedo cargarte¿No?

- No se trata de eso.

-¿Que es?

- Se que no eres normal,pero debes cuidarte.

- Está bien.

Lo baje con enojo.

- Es frustrante que no me dejes hacer lo que quiero.

- Ni lo pienses - dijo él - porque no puedes salir de este lugar.

- Ya lo sé,no seas aburrido.

- Estás embarazada.

-¿Eso que? Soy alguien anormal.

- Creo que no estoy listo - dijo antes de dejarme sola.

-¿A dónde vas?

- Necesito pensar - dijo mientras me abandonaba.

Tenía ganas de golpearlo. Eso no era bueno,mis cambios de humor estaban por los aires.

Fui directo al refrigerador.

Comer era lo único que alejaría de mi mente las ganas de salir y buscarlo.

Una hora después decidí ir a dormir.

Estaba cansada.

No es que me molestará tener tres hijos de golpe. En realidad,estaba feliz. Aún cuando mi padre no estuviera en total acuerdo.

Sabía que pasaría,por eso le insistí al chico.

Mis sueños fueron algo extraños.

Corria por un pasillo, tratando de esquivar a un infectado.

¿Es que no podía pegarle con algo?

Pude ver una escoba... La tomé y lo alejé. No lo suficiente...

Esquive una mordida por poco.

Le rompí el cuello en cuanto pude y después regrese a dónde me ocultaba. No debí salir.

Pero tenía que encontrarla. Aún cuando ella me asesinara.

¿Que era yo?

Me acerque al baño y lave mis manos. Mire mi rostro cansado.

Mis ojos eran cada vez más diferentes.

Ya no era el mismo Gabriel que deseaba morir... Porque había muerto y ella me regreso a la vida.

Estaba celoso del chico que se la llevó...

Desperté con dolor en la cabeza.

-¿Desde cuándo tienes sueños con él?- preguntó Ylönen.

-¿Sueños con quién?

- Es el chico que salvaste.

- Ah... Eso... No lo sé.

- Ese tipo me odia,porque tú le gustas.

-¿Y crees que eso me importa?

- Cuando Alexander nos de luz verde puedes ir con él.

-¿Qué pasa contigo?

-¡No!¿Qué pasa contigo?

- Para empezar no puedo irme. Es arriesgado.

- Si claro,eso no pensabas hace un rato.

- Eres un idiota. ¿Cómo puedes estar celoso?

-¡No es sólo coger contigo,es que te amo!¿No lo entiendes?

- Cálmate. Gabriel es mi pasado.

- Y un dolor de cabeza - dijo Alexander.

-¿Ahora qué hice mal?

- Lo traeré - dijo Alexander - al parecer bebió tu sangre.

- No es gran cosa,fueron unas gotas... En comparación con lo que le hice.

- Casi lo asesinó - dijo Ylönen.

- Deje de comer carne... - expliqué- cuando lo hago me dan ganas de beber sangre.

- La cosa es que... Ese chico tiene una fuerza anormal.

- No lo quiero cerca - le advertí.

- No te prometo nada.

- Yo me encargare de alejarlo - dijo Ylönen.

- Nada de exibicionismo - dijo Alexander.

-¿Que?- pregunté perdida.

- Ylönen está pensando que él te vea mientras ustedes tienen sexo - dijo Alexander.

-¿Porque estás celoso?- dije enojada.

- Recuerda que es tu esposo...

- Vaya esposo... - murmuré.

- Si fuera por ti habrías violado al pobre chico,como a mi - dijo Ylönen.

Le miré extrañada. ¿Es que yo lo obligué?

- Ah... No lo recuerdas - dijo incómodo.

- Déjalo así. No quiero saber nada.

- No te alejes de ella - advirtió Alexander a Ylönen.

- Déjalo tranquilo, si tiene miedo es normal. Yo tengo miedo de ser un monstruo.

- Pues ya somos dos - dijo Ylönen.

- Ustedes son únicos. No es porque los obligué a salvar al mundo. Ustedes se entienden.

- El tiempo lo dirá - dije suspirando.

- Xandra... Lamento ser un idiota.

- Estás perdonado Ylönen.

XandraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora