Gabriel y Lauri

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Me alejé de Gabriel lo más rápido que pude.

-¿Eso es cierto?- me preguntó Gabriel.

- Todo es cierto - dijo Ylönen.

- Los dos... No quiero que estén peleando por mí - les advertí.

- No estoy peleando - dijo Ylönen- estoy diciéndole al mocoso que yo te embaracé.

- Como sea - dije mientras tomaba el tazon con frutas me alejaba.

Gabriel vino detrás.

- Lo que sientes por mí no es normal - le dije.

-¿Entonces qué es? - me cuestionó Gabriel.

- Eres un idiota - mintió Lauri - ella no te salvó.

Ylönen miraba a Gabriel con celos y con una enormes ganas de golpearlo.

Yo le dí unas gotas de mi propia sangre. Ylönen solo estaba  haciendo tiempo.

- Esa conexión que tienen es falsa, se acabará pronto - dijo Ylönen.

- Déjalo. Quiere saber de mí. Si, soy una anormal... Mitad mortal.

- Fue una estupidez de tu parte que bebieras de su sangre - dijo Ylönen - debí estar cerca.

- Estabas cerca, dejaste que bebiera de él. ¿Crees que no lo sé?- le dije a Ylönen.

- Alexander dijo que pasaría, que no debía interferir. Y sin embargo lo hice.

- Ya lo sé. Mi necedad nos condujo a una serie de eventos inesperados.

-¿Inesperados?- dijo Ylönen - ¡Ambos podemos tener hijos!

Sé a qué refería. No era inesperado lo que hicimos. Fue de mutuo acuerdo.

- Por favor Ylönen, ahora no - le pedí para no iniciar un pelea.

- Debo irme - dijo Gabriel.

- Quedate - dijo Lauri - para que sepas que ella abuso de mi sexualmente.

-¡Eres un exagerado!- dije riendo - estaba débil.

- Si claro, tanto que me sometiste con fiebre.

-¿Eso hice?- dije extrañada.

- Es más... Te lo mostraré completo.

- No. ¡Aléjate !- le advertí.

Retrocedí unos pasos al ver qué Ylönen trato de acercarse a mí.

Gabriel nos miró extrañado y con más curiosidad que nada.

De pronto se interpuso entre Lauri y yo. Lauri lo empujó y Gabriel le tomó el brazo.

Se miraron por unos segundos hasta que Gabriel lo soltó.

- Maldito pervertido - dijo Gabriel.

-¿Qué?- dije de pronto.

- Así que lo sabes - dijo Ylönen sonriendo.

Miraba a Gabriel como si lo hubiera derrotado, con una sonrisa ganadora.

-¿Que cosa? - le pregunté a Lauri.

- Él disfrutó todo lo que le hiciste - dijo Gabriel - incluso fue quien comenzó.

- No te quejes - dijo Ylönen a Gabriel- te gustó todo lo que viste.

-¡Los dos son un par de pervertidos!- grité exaltada por lo que se enseñaron mutuamente.

Molesta corrí a encerrarme a mi habitación.

- Dile a tu nuevo prospecto con quién quieres estar - dijo Ylönen en la puerta.

Gabriel estaba a su lado.

-¿Y si los quiero a los dos?- dije mirando a uno y luego al otro.

- Puedes tener a los dos - dijo Ylönen - pero no al mismo tiempo.

- Ylönen... - dije acercándome a él - quiero pedirte algo.

- Vete - dijo Lauri a Gabriel.

- No. Que se quede. Yo...

- Oh no, eso es una locura - dijo Lauri.

- Por favor, deja que se quede.

- Ylönen - dijo Alexander haciendo que Gabriel saltará.

-¿Ahora?- preguntó Lauri.

- Ahora - dijo Alexander.

Lauri se acercó a mí y me susurró " regresaré pronto" y me besó de manera fugaz.

- Ven, debemos ir a una revisión - dijo Alexander.

- Que bien - dije aburrida.

Fuimos con un doctor, donde comenzaron a hacer una ecografía.

-¿Porque insistías en qué eran tres?- le pregunté.

- Tiene que hacerse a la idea de que podrían tener muchos hijos.

- Eso lo asustó.

-¿Así que te gusta éste chico?- preguntó Alexander de manera directa.

- No lo sé. Pero le debo muchas cosas - dije sin ver a Alexander.

- No me debes nada - dijo Gabriel.

- Eso crees - dije - pero casi te quite la vida.

- El bebé está bien - dijo el doctor - debe aumentar el peso un poco más.

-¿Puedes regresar sola?- preguntó Alexander.

- Si.

Por estar hablando con Alexander me perdí algunos detalles del bebé.

Me sentía feliz por el bebé. ¿Es que Ylönen me gustaba mucho?

-¿Así que tienes cuatro meses?- preguntó Gabriel.

Lo ignoré. No era necesario hablar sobre mi embarazo. Ni sobre Ylönen.

-¿Porqué bebiste mi sangre?- preguntó Gabriel.

No es como si su pregunta me tomara por sorpresa. Aunque en realidad si lo hizo.

Me quedé quieta unos segundos antes de responder.

XandraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora