Jueves, 14 de Noviembre del 2019
Tarde
Estaba esperando a Taehyung en el cine, llevaba puesto ropa roja, decidí sentarme en un banco que había ahí dentro, miré hacia arriba por alguna razón que desconozco y casi al instante, Taehyung apareció en mi campo de vista.
—Bien, ¿Qué te parece si vamos por palomitas?
—Claro—asentí y en un parpadeo ya estábamos frente al puesto de dulces.Taehyung pidió regaliz, palomitas, un par de Coca-Colas de cereza y no recuerdo con claridad que más. Me tomó de la muñeca con una fuerza que desconocía que Taehyung tenía y nos dirigimos a la sala del cine.
—¿Qué película vamos a ver?
No recibí respuesta alguna. Llegamos frente a la puerta de la sala, estaba cerrada.
—Creo que no podemos entrar...
Taehyung me ignoró nuevamente; abrió la puerta a la fuerza y me arrojó dentro de la sala junto con los aperitivos que había pedido, me arrojó las botellas en la cabeza, derramando así su contenido sobre mí y lastimándome con los restos de vidrio, cerró la puerta de un azote y me dejó dentro.
—¡Taehyung! ¡Sácame de aquí!
Nuevamente no recibí respuesta, en cambio una sonrisa se formó en su rostro, haciendo contrastara con su ropa anaranjada.
Desperté cuando sonó mi celular, era Taehyung, contesté la llamada y al momento de hacerlo me percaté de que había derramado mi Sprite sobre mi ropa, Hoseok me hubiera matado por causar un desperdicio como este, me habría condenado y llamado pecador.
—Yoongi, ya casi llego, espero que estés listo—se escuchó una ligera risa del otro lado de la llamada.
—Ah si, si, ya estoy casi listo.
—Bien, estaré en tu casa en unos minutos.Colgué la llamada y lo más rápido que pude me cambié de ropa, dejando en el piso la calada ropa, tarde o temprano tendría que alzarla para lavarla con el resto de la ropa sucia.
Me acerqué al espejo y me maquillé un poco, algo ligero y natural solo para no verme como un vago o como si fuera el sirviente de Taehyung quien probablemente iría muy bien vestido.
Cuando guardaba a toda prisa algunas cosas en una mochila, se escuchó el timbre del departamento, oprimí el botón que abría la puerta de afuera y mientras él llegaba agarré todas mis cosas para dirigirme a la entrada de mi departamento, abrí la puerta y Taehyung ya estaba ahí a punto de golpearla para que yo saliera.
—Te ves muy lindo, Min—formó una sonrisa cuadrada en sus labios.
—Ah, gr-gracias Tae, tú también te ves bien...Él iba vestido con un saco café, un pantalón a cuadros y una larga bufanda con el mismo estampado que su pantalón, sin olvidar una linda boina color negro, parecía que había salido de una foto antigua, como si estuviéramos en un choque de líneas del tiempo, él siendo admirable y guapo con esa ropa y yo luciendo la moda de los años 2000, vestido de verde y mezclilla junto con varios adornos de collares y anillos de colores. Parecíamos un francés de esos que son muy elegantes y educados y yo un gringo de los que no son tan creídos viéndose ligeramente ridículo a su lado.
—¿Nos vamos?
—Cl-aro, claro, vamos—me había quedado hipnotizado con todo su ser y con aquella mágica historia que había creado en mi mente hace apenas unos segundos, me avergoncé y mis mejillas se pintaron de un leve rosado.Taehyung me extendió su mano, ¿se suponía que debía tomarla? pero... ¿Qué dirían los demás? Bien, no habría un demás porque el pasillo estaba vacío, así que tímidamente tomé su mano y él entrelazó nuestros dedos. Llegamos a la salida, abrí la puerta y justo en frente estaba el auto de Taehyung, un modelo bastante nuevo; me soltó y abrió la puerta del copiloto para que yo me subiera, hice lo pedido y él se subió del otro lado, para poder conducir.
ESTÁS LEYENDO
🫐ʙʟᴜᴇʙᴇʀʀɪᴇꜱ🫐【✨ᴛᴀᴇɢɪ✨】
RomanceTaehyung siempre lleva moras y bayas al instituto, las comparte con Yoongi, quien ama el sabor de estas; pero algo en Taehyung no está completamente bien... Su padre es dueño de una gran empresa de viñedos de distintos tipos de bayas, vendiéndolas y...