A un paso

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Hace algunos meses no veo a Angela ya Horacio... Me eh aislado de nuevo, estoy entrando al agujero del que me costó salir, me levanté de mi cama y me fui al baño, abrí la caja de las medicinas y al abrir mi bote de pastillas solo habia una, cuando me di cuenta de esto tome las pastillas y el frasco para ir a comprar mas.
Parece que soy una egoísta pero no tengo ganas de nada, no tengo motivación para levantarme de esta cama, lo único que me hizo salir de mi habitación fue ir a comprar nuevo medicamento para evitar volverme loca, salí de mi casa y aprendí mi moto vivía cerca de el badulaque central para pasar a comprar algo de comer, me detuve en el estacionamiento delante de él badu y me baje, alado hay un parque y ahí casi siempre hay muchas personas haciendo el tonto, así que me baje del coche y compre algo de comer, cuando me iba a subir al carro escuché algunas risas escandalosas así que volteo a ver el parque y veo a un chico con cresta blanca, estaba borracho y parecía masacrado, cuando me acerque el me reconoció al instante y me grito.
Ahora lo que menos quería era meterme en problemas ajenos así que lo jale hasta el carro y lo metí en el asiento del copiloto cerré el coche y al instante olió a alcohol todo el coche, cuando lo encerré le empezó a preguntar...

E- Horacio que te pasa?¿Que haces en este parque borracho y diciendo tu nombre a cada persona que ves?

Horacio al instante guardo silencio y agacho la cabeza, y comenzó a llorar

E- Horacio no estás bien...dime qué fue lo que te pasó....

Horacio me dijo que en estaba haciendo un tipo de mafia que la iba a utilizar para poder hacer abajo a las demás bandas y mafias de la ciudad pero, Horacio nunca les dijo que el era del FBI y cómo era de esperarse todo se iba a echar a perder, me dijo que efectivamente lo suficiente, mataron a dos de la banda ya un policía, el tiene lagunas sobre que fue lo que paso exactamente.
Horacio es un chico que tiene sentimientos buenos es inocente en el aspecto de que tiene mucha confianza en las personas cuando se tiene que tener cuidado, me pidió que lo llevara a la comisaría pero no lo iba a dejar que fuera solo.
Cuando llegamos lo baje y fui a la planta de las oficinas, así que fui y lo dejé ahí dentro cuando iba de salida me encontré a varios policías, así que salí sin llamar la atención. Note cosas raras en alguno de los policías, actuaron de manera extraña y se miraron nerviosos así que me fui a comprar mis pastillas.
Así que llegué directo a mi casa pero la puerta estaba abierta, yo no había dejado la puerta abierta ¿Alguien de la mafia entro?¿Angela entro?¿Alguien de el gobierno entro a buscarme?
No tenía armas y no tenía como defenderme si la persona que se metió algún tipo de arma, cuando entre corrí directo a la mesa de la sala donde abajo de ella siempre hay un arma, cuando fui no había nada no estaba la pistola y todo estaba inquietante muy ordenado y fue cuando....

[¡CHOQUE!]

Alguien me pisa la cabeza contra la mesa y yo intento por lo manos verlo de reojo pero no pude, cuando intente quitar su pie de mi cabeza cada vez que tenía más fuerza, empuje y grité con toda mi fuerza y ​​fue cuando por fin pude soltarme esa persona se sentó en el sillón y pude apreciar algo de sus zapatos negros elegantes, pantalón gris con pequeños dobleces, mire un poco más arriba mientras levanté mi cuerpo junto con mi cabeza, veo si camisa blanca con corbata negra y pistolera café oscuro, su forma física parecía refinada y fornido...

¡YA SE QUIEN ERES!

¡YA SE QUIEN ERES!

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Elizabeth en los SantosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora