𝟣𝟪𝟩𝟢. [𝒴𝑜𝑜𝓂𝒾𝓃]

🗡️V🗡️

-¿Dónde está el chico? -Cuestiona dejando en evidencia su molestia al ver que regresaron tal como se fueron: sin ese precioso muchacho que acapara cada uno de sus pensamientos desde hace días.

-Estuvimos a punto de traerlo, señor, pero un desconocido apareció de la nada y nos lo impidió. -Explicó Hoseok, el hombre a quien más confianza le tiene y quien ya se mencionó, a veces actúa como un buen amigo.

Pero claro, ni siquiera con él iba a portarse condescendiente.

-Y me imagino que ese mismo desconocido es el que causó eso -señala con una fría mirada el corte en el rostro de otro sujeto, quien apenado por no poder cumplir con los deseos de su jefe sencillamente bajo el rostro.

-Salió de la nada... -Trata de excusarse y supo que no debió cuando el joven Min se aproximo hasta el.

-¿Acaso te pedí que hablaras? -Enarca una ceja -Tus pretextos me importan en lo más mínimo. Les di una orden clara y todos ustedes partida de inútiles no fueron capaz de cumplirla.

Su tono de voz se elevó y los presentes se miraban unos a otros, incapaces de decir nada pues saben que no es el momento... por no mencionar que conocen bien al muchacho y saben que en una de sus rabietas podrían acabar incluso muertos. El silencio es tal que pueden escuchar sus respiraciones, simplemente a la espera de que se les diga algo.

-Vayanse. -Dice Seung por fin mientras soba el puente de su nariz y libera un suspiro cansado -Tú ve y dile a Hayun que te desinfecte la herida y Hoseok, tú te quedas aquí.

Todos abandonaron el espacio sin chistar a excepción del mencionado.

-Quiero que lo traigas aquí. Ahora mismo es una misión exclusivamente tuya -Le instruye señalando con su dedo índice a la altura del rostro del adverso. -Sabes que soy muy generoso en cuanto a recompensas, pero también me conoces molesto, así que no me vuelvas a fallar.

-No se preocupe, le aseguró que tendrá a ese plebeyo aquí más pronto de lo que espera. -El adverso asiente y deja que el pelinegro se retire.

Realmente espera que sea verdad, que pronto pueda tenerlo frente a frente y decirle que su imagen no deja de rondar en su cabeza, que sus manos aun tienen la sensación de su piel suave en ella y sus labios tiemblan en deseo por un beso más. No es amor, de eso está seguro, es una llama que debió apagar en cuanto se fue de ahí y sin embargo quedó en brazas, mismas que volverán a arder en cuanto lo tenga en una misma habitación.

El sol se ha escondido en el horizonte y en su lugar ahora brilla una hermosa y brillante luna llena, Jimin la había estado observando por un largo rato y no pudo evitar compararla con el príncipe. Está allá, tan lejana e inalcanzable para cualquiera, tanto así que le resulta increíble que haya sido merecedor de su atención.

-Ven aquí -Sintió de pronto un tirón en la oreja después de escuchar la voz de su mamá, se quejo en el trayecto desde la puerta de la entrada hasta el interior de su hogar.