Mariví

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En la oscuridad de la noche el suspense se apoderaba del cuerpo de Marcos como si de una mujer rabiosa se tratara. Mariví y el sujeto se encontraban en el salón de la señora a la luz de las velas porque daba la casualidad que se habían fundido los plomos.

-Mire Mariví estoy empezando a asustarme, puede contarme que ocurre?

-Ay, mi pobre, que poco has durado en la ciudad... deberían habértelo dicho, la ciudad es mala, nunca sabes qué peligros te vas a encontrar.

-Mira Mariví ya está bien, que cojones pasa con Aramís?

En la expresión de Mariví se notaba que, si tenía algo que decir de Aramís era algo difícil de explicar e incómodo, no encontraba palabras para explicarlo.

-Marcos... tengo 39 años.- dijo la señora soltando una lágrima.

-Qué?!- Marcos estaba perplejo, completamente atónito ante semejante afirmación.- Vale la verdad es que estoy muy confundido entre lo que acabas de decir y el vocabulario tan excelso que ha usado el narrador en comparación al que ha usado el resto de la obra.
No,pero en serio, a qué te refieres!

-Pues que no tengo 78 años. Esta cara, este cuerpo de vieja es el que tengo a mis 39 años.

-PERO QUE TIENE QUE VER ARAMÍS CON EST...

-SHHHHH!!! Vas a despertar a Andrés y no me apetece tener esta charla con él todavía! Ella es la razón por la que soy así, ella me maldijo.

-Qué? Entonces es una bruja de verdad?

-Claro que lo es, y sí, tiene setecientos años. Yo conocía a Aramís... mejor de lo que me gustaría reconocer.

-Estoy flipando, a ver, cuéntame que coño pasó que no puedo con tanto misterio, esto se supone que es una novela sexual, lo pone en los hashtags.

Mariví miró hacia arriba y empezó a recordad su historia...

Yo tenía 18 años y tenía un novio, Miguel, que era la razón por la que vivía,estaba completamente enamorada. Todo nos iba bien hasta que tuvimos un accidente y yo quedé embarazada.
Miguel y yo decidimos casarnos en secreto y nos fuimos a vivir a Barcelona para poder formar una familia, pero él no estaba muy por la labor, o eso creo yo, pues fue detenido por tráfico de drogas y posesión de armas, que luego me intentó vender como una excusa para ganar dinero para nuestra familia. Con 19 años estaba sola y apunto de parir a un niño, estaba acabada, madre soltera a los 19 años, que podía pasarme. Pasaron los meses y me las había apañado siendo camarera de día y ofreciéndome como imagen para páginas porno de embarazadas para ganar dinero hasta que parí y tuve que dedicarle todo el tiempo del mundo a mi hijo.
Entré en depresión por culpa de ese hijo de puta (Miguel, no el niño ) y me lamentaba día y noche por mi vida. Así que decidí salir a la calle a conocer gente mientras una niñera cuidaba de mi hijo por mi. Tenía esperanzas de encontrar a un hombre que hiciera de padre, aún sabiendo que era complicado, y aún así el destino tenía otros planes para mí.
Conocí a varios hombres, todos huían ante la idea de que era madre, y un día una chica se me acercó mientras lloraba en el parque tras el plantón de un hombre al enterarse de mi historia, me consoló y le conté lo sucedido. Esta chica no parecía horrorizada, es más, me consolaba muchísimo y quedamos varias veces, fue de gran apoyo emocional. Fue esa chica la que me hizo darme cuenta de que me gustaban las mujeres. Así que empecé a probar suerte con las chicas y mantuve relaciones sexuales con algunas, pensaba que mi hijo iba a crecer con dos madres hasta que llegó la desgracia...
Un día en un bar de lesbianas me encontré con ella, tan resplandeciente como hoy la habrás conocido.

Entra el flashback.

-Hola guapa, que tal estás?- dijo Aramís siendo atrevida.

-Muy bien, oye me suenas de algo.

Mariví parecía muy interesada en Aramís, algo en ella le llamaba la atención.

-Puede que haya salido en la tele alguna vez... Oye por qué no te vienes a mi casa?

- (madre mía! Qué decidida está, aunque la verdad a mi también me apetece) venga vale, vamos.

Sale del flashback.

-Que te tiraste a Aramís?- dijo Marcos con una cara preocupante.

-Pues si, hijo y mira como he acabado. Cuando algún humano tiene sexo con una bruja, ésta le roba su juventud.

-Y me estás diciendo que a mi me va a pasar lo mismo? Las cosas que me decía... estaba convencido de que le gustaba, al menos que le atraía...

-No, cariño, sólo buscaba tu juventud para mantenerse con vida.

-Oye, y qué te pasó después de follar con Aramís?

-Cuando a la mañana siguiente me vi reflejada en el espejo en la casa de Aramís y me explicó qué me había hecho no me quedo otra que irme lejos, así llegué a este sitio, donde nadie me conocía, y empecé una vez más mi vida junto a mi hijo, que empecé a llamar nieto, explicando que sus padres habían muerto en un accidente.

-Eso quiere decir que tu hijo es...

-Si... es Andrés.- Mariví empezó a llorar.

-Qué?!- exclamó alguien entre las sombras, que resultó ser Andrés.- Abue... todo eso es cierto?

-Si, hijo...

-No... no puede ser.- sollozaba Andrés enfurecido. -Ab... mamá por qué me ocultas esto?

-Para protegerte, hijo!

-No es tu deber protegerme de las fuerzas oscuras!

Andrés y Mariví empezaron a discutir.

-Basta! - gritó Marcos levantándose y marchándose a su casa. Corrió rápido y sin ganas de saber nada del mundo.

Se asomó al balcón y se puso a llorar temiendo por su vida cuando de repente una silueta se empezó a visualizar en el cielo nocturno. Un cuerpo femenino vestido de bruja se acercó volando sobre la luz de la luna: era Aramís.

Marcos miró a la bruja con furia en los ojos. Ella le había engañado y destruiría su cuerpo y si vida de forma irremediable para siempre.

Por el contrario, Aramís miraba al joven con una tierna sonrisa y genuina felicidad. Tomo aire para decir lo siguiente.

-Marcos, mi amor... estoy embarazada.

Como conquistar a una adicta a la Coca-Cola Donde viven las historias. Descúbrelo ahora