final 1

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Chanyeol se sentía absolutamente miserable. Podía escuchar el sonido del grifo ser abierto, seguramente Sehun se estaba arreglando para ir al trabajo.
Suspiró con pesadez; no supo que mal había hecho en su vida anterior para que su vida llena de logros terminará por ser destruida completamente. Forzando a Yeol a no ser más que un simple amo de casa.
Fijó su vista a la cortina, se mantenía cerrada; sin embargo podía distinguir que el sol estaba saliendo; eran las 6:30 de la mañana.

-Papi...- murmuró aquella insoportable y horrible voz; a la par que la puerta fue abierta. Aquel niño, se encontraba llorando mientras abrazaba su osito de peluche.

-¿Qué haces despierto? Tus clases inician a las 9 de la mañana, vete de aquí.- murmuró con amargura. Ese niño era tan parecido a Sehun que con solo verlo podía sentir como el odio se apoderaba de su cuerpo.

-Papi, tuve una pesadilla...- murmuró él pequeño, acercándose a Yeol.

-Entonces espera a que venga tu padre. Déjame en paz.- habló. Sin embargo el pequeño no hizo caso y se subió a la cama, abrazando el cuerpo de su padre.
Yeol, por instinto, empujó lejos de si el cuerpo de su hijo; casi tirándolo al  suelo.

-¿¡Pero que mierda te pasa Chanyeol!?- gritó Sehun, apenas iba saliendo del baño y pudo ver cómo su ahora esposo empujaba a su hijo.
Se acercó hasta el pequeño de cuatro años y lo cargo en brazos, ahora su llanto era más fuerte, nuevamente su "mamá" lo estaba rechazando.

-Seungmin... Tranquilo.- murmuró con calma Sehun, mientras arrullaba a su pequeño, tratando de calmarlo.

-¡Mi papi no me quiere!- gritó el pequeño, aferrándose a la camiseta de Sehun, mojandola con sus lágrimas.

-Claro que tú papi te quiere, solo que es un malhumorado.- Musitó Sehun, mirando con enojo a Yeol. -¿Verdad Yeol?-

-No...-

-¿Qué dijiste?- preguntó Sehun, estaba comenzando a hartarse de la horrible actitud de Yeol.

-Dije que no.- volvió a repetir, levantándose de la cama.

-¿Porqué me odias papi?- preguntó Seungmin, despegandose nuevamente de la camisa de Sehun para mirar con sus ojitos hinchados al omega.

-Por que arruinaste mi vida.- exclamó lleno de odio, devolviéndole la mirada a Sehun. -No tienen una idea de cómo los odio a ambos. ¡Mi vida sería mucho mejor si los dos se murieran!- gritó, saliendo de aquella habitación; dejando al pequeño con sus ojitos abiertos a más no poder.
Sehun dejó con cuidado el cuerpo de su pequeño en la cama; yendo tras Yeol.
Seungmin comenzó a temblar conforme los gritos de sus padres se hacían presentes en lo que el denominaba hogar.
Se escondió entre las mantas de la cama de sus padres y tomó una camiseta de Yeol, abrazándola a su pecho para aspirar el dulce aroma del omega, intentando calmarse.
Su agarre hacia aquella prenda se hizo más fuerte al escuchar golpes; nuevamente su papá estaba lastimando a su papi.


7 de la tarde.
Seungmin había acabado los deberes con ayuda de su papi, en verdad que el era muy inteligente.
Ahora estaba jugando con sus carritos en la sala; desde hace una hora no veía a su papi; se preguntaba ¿Qué estaría haciendo?
Después de todo estuvo todo el día ocupado limpiando, ayudándolo con su tarea y cocinando. Quería saber que estaba haciendo.
Se levantó lleno de intriga y dejo los carritos en el suelo. Caminando en dirección al cuarto de sus padres.

-¿Papi?- preguntó, ingresando a la habitación. Ahí pudo apreciar a Yeol dormido.
Ante sus ojos su papi era el Omega más bonito del mundo, y el lo protegería de todo apesar de que él lo odiara. El podría amarlo por ambos.
Se acercó, y recostó a su lado, apegandose al pecho del omega para sentirse confortado.
Abrazó a Yeol con sus pequeños brazos y  ahí pudo ver los bonitos rasgos de su padre siendo manchados con moretones y un labio roto. "Supongo que son de la mañana". Pensó, acurrucándose y quedándose dormido.

⸙͎候 Obsesivo✧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora