1. Infidelidades

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Ira

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Ira.

«Sentimiento de enfado muy grande y violento»

Sí, definitivamente eso no es lo que yo siento es estos momentos, lo que yo siento es algo mucho peor que eso.

Más agresivo.

Me negaba a dejarlo salir, era solo cuestión de segundos para explotar.

Retener.

Nunca me creí capaz de poder retener mi ira, de alguna manera eso no terminaba bien. Esta es mi primera etapa, es raro que retenga mi ira, pero sé con seguridad que el resultado final será catastrófico.

Un paso más y estaré completamente perdida. No es mi culpa, lo sé. Nadie podrá salvarme de ese lugar. Así como nadie podrá salvarlos.

Demasiado tarde.

No es mi culpa, yo no quería lastimar a nadie ¿okey?

Antes.

Tal vez, solo tal vez ahora si quiero. Dicen que el primer beso no se olvida, tal vez sí. También dicen que nunca olvidas la primera vez que te engañan.

¿Por experiencia propia? Definitivamente sí.

Algunas personas olvidan las dos cosas, otras solo la segunda por el simple hecho de que eres feliz y no vale la pena recordar cosas hirientes.

Sí, no creo que yo puedo olvidarlo, ni ser feliz. Lo haría si hubiera sido otra persona. Otra chica, un chico tal vez.

Mi madre, la persona a la cual le compartes tus secretos, experiencias y problemas. A la cual le pides consejos, la persona que te amará de por vida.

Ella sabía, y no dijo nada.

Ropa esparcida por todo el piso de la habitación, las ventanas y cortinas abiertas. La luz de la luna iluminaba a los cuerpos acurrucados en medio de la cama.

Desnudos.

Sus cuerpos enredados entre las sabanas blancas, disfrutando del calor que transmiten.

Profundamente dormidos.

Di un paso hacia adelante dispuesta a despertarlos a golpes, sentí algo suave debajo de mi pie haciendo que me detenga.

Asco, humillación y repulsión.

Me negaba a soltar lágrimas, aunque el nudo en la garganta este ahí no iba a soltar ningún sollozo.

Por lo menos no ahora.

Sacudí la cabeza alejando los pensamientos depresivos, cerré suavemente la puerta blanca con un pequeño letrero, tratando de olvidar la horrible escena.

Sofía. No entrar.

Sí, ni eso pudo evitarlo. Y sí, esos cuerpos desnudos eran las personas que más quería y admiraba.

NocturneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora